Ya pasó un año de la desaparición de Loan Danilo Peña, el nene de 5 años que fue visto por última vez en el paraje El Algarrobal de Corrientes, y nada se sabe de su destino. La causa judicial avanza hacia el juicio oral, pero el misterio persiste: ¿dónde está Loan? ¿Qué pasó aquel jueves 13 de junio? ¿Por qué nadie habla? Todas las hipótesis siguen abiertas y el dolor de la familia se profundiza con el paso del tiempo.
La jueza Cristina Pozzer Penzo imputó a siete sospechosos por la sustracción y ocultamiento del menor. Sin embargo, el expediente no ha podido resolver el punto más crucial: el destino del niño.
Para Mónica Chirivin, abogada defensora de Laudelina Peña, tía de Loan, el caso presenta “elementos que no cierran”. En diálogo con PERFIL, asegura que su clienta fue presionada para sostener una teoría falsa –la del accidente– y que apenas dijo la verdad “renunció el ministro de Seguridad” de Corrientes.
Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
“¿Dónde está Loan? No puedo responderlo. Mucho menos por qué no apareció, pero esperamos que esto se solucione y que por lo menos se sepa dónde está, qué pasó, quién se lo llevó”, sostiene Chirivin y señala que si el niño hubiese sido víctima de un accidente o un asesinato “habría al menos algún rastro”.
“Entiendo que fue víctima de una red. No tengo otra explicación, porque si es víctima de un accidente aparece algo, y si fuera violentado, como alguna hipótesis dio por ahí, también. No sé, se hubiera hallado algo mínimo”, asegura.
Lo mismo conjetura Daniel Adler, un experto en seguridad internacional que pidió intervenir en la causa como amicus curiae. Adler es un exmiembro de la unidad Golani de las fuerzas especiales del ejército de Israel y exasesor de la Secretaría Nacional de Seguridad Pública de Ecuador. Y dice: “La trata de personas es hoy el delito más poderoso del planeta. Es superior incluso al narcotráfico. Aunque no se pueda creer, el delito de tráfico humano es superior al narcotráfico. ¿Por qué? Porque se ramifica en muchos subdelitos, como la creación de contenido digital pedófilo, como muchas clases de temáticas criminales, como incluso el tráfico de flujos, el tráfico de órganos, el trabajo esclavo, la temática de abuso sexual infantil, de pedofilia, en distintas ramificaciones, también la comercialización de los menores, la compraventa, incluso hay un tarifario que muestra por cada país cuánto se paga cada niño”.
Adler asegura haber interrogado a miembros de cárteles y guerrillas en América Latina y cuenta que se ofreció a colaborar en la causa con métodos como el polígrafo, análisis grafológico y lenguaje no verbal. “Yo necesito 45 minutos por persona. En ese tiempo puedo detectar dónde está la mentira y acompañar a una confesión. Pero me desestimaron”.
El experto cree que la investigación fracasó hasta ahora porque se perdió tiempo clave. “En este tipo de hechos, las primeras tres horas son fundamentales. En Argentina, con fronteras cercanas y recursos limitados, ese tiempo se reduce a dos horas y media. Con Loan ya pasaron más de 8.700 horas”.
No obstante, entiende que el círculo de culpables está entre los siete detenidos: “Ahí, en ese núcleo, está la verdad. Siempre hay un vínculo cercano. En el 85% de los secuestros, los responsables son del entorno íntimo. Este caso no es la excepción”.
Adler también denuncia que en Argentina hay cientos de desapariciones de menores que ni siquiera se denuncian, y que muchas veces “el Estado no reacciona, o reacciona tarde, o encubre”.
“En el país hay muchas desapariciones de menores y muchas no se denuncian. O si se denuncian, no se toman las denuncias, o si se toman las denuncias, no se ratifican. Entonces, es algo que hay que saber. Nosotros recibimos muchas denuncias por WhatsApp y redes sociales de chicos desaparecidos que no son ni siquiera denunciados. En otros casos, de personas que comercializan y que se arrepienten. Hay un negocio muy potente y muy tenebroso atrás de esto, lo cual provoca que haya también bandas de secuestradores”.
“La sociedad tiene que entender que este tipo de delitos pasan mucho más seguido de lo que se cree”, dice Adler. En 2023, según sus datos, hubo más de 8 mil desapariciones de menores en Argentina, muchas de ellas sin denuncia ni seguimiento.
En la mira. Los principales sospechosos siguen siendo los tres familiares del nene que permanecen detenidos desde el kilómetro cero de la investigación: Antonio Benítez (38), Daniel “Fierrito” Ramírez (49) y Mónica del Carmen Millapi (36), esta última con arresto domiciliario desde diciembre pasado. También la pareja María Victoria Caillava (53) y el exmarino Carlos Pérez (63); la tía de Loan, Laudelina Peña (46), y Walter Maciel (44), el jefe de la comisaría que intervino en las primeras horas de la investigación.
Todos –con excepción de Maciel– estuvieron en el almuerzo familiar del 13 de junio del año pasado, pero la figura de Pérez, exmarino y pareja de la exfuncionaria Caillava, aparece como central. Según el exabogado de los padres del niño, Juan Pablo Gallego, “Pérez se llevó a Loan”.
La hipótesis del accidente, sugerida por Laudelina en su primer testimonio, quedó desacreditada incluso por su propia defensa. La versión más verosímil para los investigadores es que el niño fue subido a la camioneta de Pérez y Caillava, posiblemente vivo. Pero nada más se sabe.
La causa principal fue elevada a juicio y, si bien el fiscal Schaffer manifestó su voluntad de concretarlo este año, la complejidad del proceso –que podría incluir la unificación con otra causa paralela y la incorporación de nuevas pruebas– dificulta ponerle fecha.
Un año después, el nene de 5 años sigue sin aparecer. Y aunque hay siete personas procesadas y una causa en camino a juicio, la única verdad que importa permanece oculta: ¿qué pasó con Loan?
La esperanza de la familia
“Nosotros siempre tenemos la esperanza de que él está vivo”, dice el hermano mayor de Loan. La familia del nene que desapareció el año pasado nunca dejó de reclamar justicia. “Tenemos fe de que aparezca algún arrepentido: que Dios toque su corazón”, aseguró José Peña en declaraciones televisivas, cuestionando también que la causa judicial “se mantenga prácticamente intacta”.
“Nunca entendí por qué mintió”, dijo José al referirse a su tía Laudelina. También describió que sus padres “están más contenidos, orientados”, pero que su abuela “sigue sin entender muy bien qué pasó”.
Precisamente, la mamá del niño, María Noguera, también habló al cumplirse un año de la desaparición de su hijo: “No se puede creer, un año y no sabemos nada de Loan”, afirmó en diálogo con Radio Dos. En su mensaje, pidió que si alguien tiene información “que se acerque a una comisaría” y se mostró esperanzada con que “los detenidos rompan el pacto de silencio”.
“Estamos sufriendo mucho”, reconoció señalando que lo único que quiere su familia es saber qué pasó con su hijo.