Estaba prófugo de la justicia peruana desde hace más de una década y cayó este jueves en Nueva Pompeya por manejar a alta velocidad: la Policía de la Ciudad anunció la detención de un hombre de nacionalidad peruana acusado de haber matado al hijo de un alcalde de ese país.
Todo sucedió casi por casualidad. Agentes de la División Fraudes Bancarios de la Policía de la Ciudad llevaban a cabo diligencias judiciales en Nueva Pompeya cuando advirtieron que un Volkswagen Crossfox circulaba a alta velocidad, imprudentemente mayor a la permitida en esa zona del sur porteño. Además, se percataron de un detalle que comenzó a levantar sospechas: el conductor miraba en diferentes direcciones, insistentemente.
Comenzaron a seguirlo y le pidieron que detuviera su marcha, a lo que el conductor, rodeado, accedió. Pero cuando se le requirió identificación, entregó una cédula peruana y una licencia internacional; y cuando preguntaron para obtener mayores precisiones, ofreció evasivas. Por tal motivo, los agentes decidieron requerir una averigüación de antecedentes, pero la documentación presentada por el detenido no tenía medidas de seguridad.
Se dispuso, en consecuencia, dar intervención al Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N°5, a cargo de María Eugenia Capuchetti, que ordenó que se iniciaran medidas procesales por falsificación de documentación pública. Allí se corroboró que la identidad era falsa. Y terminó de destaparse la historia: el hombre que estaba frente a ellos era un prófugo que contaba con pedido de captura internacional vigente y alerta roja de Interpol por el delito de homicidio.
No trascendió la identidad del acusado, pero sí que tiene 45 años y que en 2014 la justicia de Perú lo halló culpable del asesinato del hijo de un alcalde de ese país, a la salida de un boliche y con el uso de un arma de fuego.
Interpol emitió en mayo de 2024 un pedido de captura internacional.
Once años más tarde, cayó por andar a una mayor velocidad de la permitida en el sur de la ciudad de Buenos Aires. Mientras se investiga cómo transcurrió ese tiempo y desde hace cuánto estaba en el país, el detenido peruano de 45 años aguarda que la jueza Capuchetti disponga las actuaciones judiciales.