jueves, 18 diciembre, 2025

La Justicia congela los bienes de José Luis Espert. El límite del discurso anticasta

En el marco de una investigación por presunto lavado de dinero, la Justicia dispuso el congelamiento del patrimonio de José Luis Espert y su entorno familiar. La medida vuelve a poner en cuestión el discurso de “austeridad” y “anticasta” del oficialismo libertario.

Bajo la lupa

La Justicia federal ordenó el congelamiento de todos los bienes del diputado José Luis Espert y de su grupo familiar, en el marco de una causa por presunto lavado de dinero que vuelve a poner bajo la lupa a uno de los principales referentes económicos y políticos del oficialismo. La medida alcanza cuentas bancarias, inmuebles, campos y vehículos, y se dictó ante la imposibilidad del legislador de justificar el origen de su patrimonio.

El avance judicial representa un golpe directo al discurso de “honestidad”, “meritocracia” y “superioridad moral” que el propio Espert y el gobierno de Javier Milei utilizan para justificar el brutal ajuste sobre trabajadores, jubilados y sectores populares.

Un patrimonio que no cierra

Según la investigación, la Justicia considera que los bienes declarados por Espert no guardan relación con sus ingresos formales, y podrían estar vinculados a transferencias realizadas por el empresario Federico “Fred” Machado, detenido en el exterior y señalado por vínculos con el narcotráfico y el lavado de activos.

La medida de congelamiento busca evitar el vaciamiento o la transferencia de activos mientras avanza la causa, y se suma a allanamientos previos en el domicilio y el despacho del diputado, donde se secuestró documentación y dispositivos electrónicos.

Libertarios duros con los pobres, indulgentes con los poderosos

El caso vuelve a exponer una de las principales contradicciones del proyecto libertario: mano dura contra quienes viven de su salario, tolerancia con los negocios opacos de los poderosos. Mientras el gobierno impulsa una “inocencia fiscal” para blanquear fortunas no declaradas y reducir penas por evasión, uno de sus principales referentes queda bajo sospecha por el origen de su propio patrimonio.

No se trata de un hecho aislado, sino de un patrón: ajuste, recorte de derechos y persecución a la protesta social para las mayorías; beneficios fiscales, blindajes legales y ahora causas judiciales por lavado para sectores del poder.

Responsabilidad política y silencio oficial

Hasta el momento, el gobierno evitó pronunciarse de fondo sobre la situación de Espert, quien además presidió la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados y tuvo un rol clave en la aprobación de leyes de ajuste. El silencio oficial contrasta con la velocidad con la que el Ejecutivo condena públicamente a dirigentes sindicales, movimientos sociales o cualquier forma de organización popular.

No alcanza con una causa judicial, es necesaria una investigación integral e independiente sobre el financiamiento de la política, los vínculos entre dirigentes libertarios y capitales de origen dudoso, y el rol del Estado en garantizar impunidad a los de arriba.

El congelamiento de bienes de José Luis Espert no es solo un episodio judicial. Es una postal del doble estándar del gobierno: disciplina y ajuste para el pueblo, sospechas de corrupción y negocios turbios en las alturas del poder.

Mientras millones enfrentan salarios pulverizados y recortes en salud y educación, la causa expone que quienes dicen venir a “terminar con la casta” reproducen los mismos privilegios y prácticas que dicen combatir.

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