Salas, River y la cláusula: la trama de las últimas horas del culebrón del mercado

01/07/2025 21:42hs. Actualizado al 01/07/2025 21:59hs.

Lo deseó. Lo pidió. Insistió por él. Les indicó a los dirigentes que fueran a fondo, incluso si eso implicaba romper ese famoso pacto de caballeros con respecto a las ejecuciones de la cláusula de rescisión. Fue su máximo anhelo de este mercado de pases. Y, finalmente, a Marcelo Gallardo se le cumplió. Maximiliano Salas, el delantero que protagonizó la gran novela de este frío invierno, jugará en River luego de un martes que dejó sonrisas en un lado y confirmó el descontento del lado celeste y blanco de Avellaneda.

Ya no habrá más tira y afloja. Lo que el lunes había sido un aviso de la dirigencia encabezada por Jorge Brito a sus pares de Racing, ahora solo le faltan algunos detalles burocráticos típicos de operaciones de este estilo: el delantero de 27 años depositará los ocho millones de euros de su cláusula de rescisión para romper oficialmente el vínculo que tiene con la Academia para cumplir su deseo de ser dirigido por Gallardo.

Cuando ese paso fundamental quede plasmado en las cuentas del club de Avellaneda con la efectivización del pago (algo que puede suceder en estas horas), se realizará la revisión médica en el lugar habitual al que asisten los refuerzos de River y, si todo sale como se prevé, firmará unas horas después un contrato hasta diciembre del 2029 que ya tenía acordado hace algunos días.

Para Maxi, quien le aportará a River un gran despliegue por la izquierda y una voracidad ofensiva que le viene faltando al equipo y será una pieza más que importante para el DT para la presión, las últimas horas fueron bastante sensibles. Si bien había llegado bien temprano al Cilindro para entrenarse con Racing y hasta llegó a cambiarse para ponerse la ropa de su ahora ex club, unos minutos antes de las 10.30 -el horario dispuesto para el inicio de la práctica- recibió el mensaje que confirmaba que ya estaba todo OK para empezar con el proceso de ejecución de la cláusula y volvió a vestirse para abandonar el estadio por una de las puertas alternativas rumbo a su nuevo desafío.

De hecho, el aviso llegó justo a tiempo del viaje del equipo de Costas rumbo a San Luis, donde este miércoles enfrentará a San Martín de San Juan por los 16avos de la Copa Argentina: que Salas no haya integrado la lista de concentrados, difundida a la tarde, fue en cierto punto la oficialización de su salida. Otro, el posteo del chef del plantel: «Las buenas personas se merecen lo mejor. Éxitos, crack. La cocina de Racing te va a extrañar», puso Gastón Cáceres.

Aceleró a full en el inicio de esta semana

Atendiendo el apodo de «Pizzero» que se hizo viral en las redes hace un año por el posteo de un hincha de Racing y que Facundo Cambeses le inculcó dentro de la intimidad (Maxi admitió que «no tengo ni idea a quién se le ocurrió, pero no me jode»), en estos últimos días River puso el horno al máximo para cocinar su pase. Todo, con una premisa: sabiendo que estaba a mano la opción de ejecutar la cláusula porque el jugador ya le había explicado a Costas su deseo de ponerse la Banda, la intención era que el tema no se demorara más allá del inicio de esta semana.

Y dicho y hecho: como los intentos de negociar con la dirigencia de Racing no llegaron a buen puerto, rápidamente se decidió apretar el gatillo para que Gallardo pueda sonreír con su segundo refuerzo (después de la repesca de Lautaro Rivero). La postura de Milito y compañía tiene sentido: plantados en esa idea desde el comienzo del interés de River por el zurdo que acumula tres goles y cinco asistencias en 1.685′ distribuidos en 25 encuentros del año, no quisieron dejar el precedente de sentarse a dialogar con otro club argentino por una de sus figuras.

Como alguna vez fue Pratto en otra inversión en la que se priorizó lo deportivo por sobre el valor de reventa, será el correntino que viene de Racing, entonces, el delantero con el que Gallardo intentará armar esa delantera que le dé voracidad, presión y muchos éxitos. Un refuerzo al que esperan a Salas llena…