Un nuevo informe de temperaturas y lluvias fue difundido por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), trabajo que abarca el trimestre comprendido entre diciembre y febrero. Es decir que los datos oficiales ya abarcan casi todo el verano. Y arrojan algunas sorpresas con respecto a la tendencia que se había pronosticado hace un mes.
Hay tres elementos clave que marca el SMN en su flamante informe: los dos primeros tienen que ver con las temperaturas que se esperan para los meses venideros y el tercero, con un cambio de tendencia con respecto a las precipitaciones que se esperan para el próximo trimestre en la provincia de Buenos Aires y parte de la zona central del país.
El primer punto para destacar es que la probabilidad de que haga más calor de lo normal en la zona metropolitana y en las playas bonaerenses, según el informe oficial, bajó con respecto al pronóstico anterior: ahora se ubica en una categoría por debajo de la que generó mayor alarma a comienzos de noviembre.
En la Ciudad de Buenos Aires y el resto del AMBA, como así también en la Costa Atlántica, se había anticipado originalmente, como informó Clarín, el mayor foco de calor de todo el país: la penúltima categoría de riesgo superior de que las temperaturas fueran superiores a lo habitual, es decir, entre 50 y 55 por ciento más chances.
En el nuevo informe esta zona ya aparece equiparada con la mayor parte del resto del país, un escalón por debajo de esa probabilidad inicial. La categoría actual se ubica en la franja del 45 al 50 por ciento de que el termómetro llegue a marcas superiores a lo normal.
Sin embargo, lo que para esta área es una buena noticia, para otras se da lo contrario: se multiplicaron las zonas del país en las que crecen las chances de tener temperaturas más elevadas de lo habitual hasta febrero.
Esto último se refleja en la cantidad de provincias que se sumaron a esa tendencia y en esa medida. En el informe anterior abarcaba a 13 distritos del país y ahora alcanza a 20. La probabilidad de hasta un 50 por ciento de calor por encima de lo normal avanzó así territorialmente un 53 por ciento.
Las provincias que ahora se encuentran afectadas por esta anomalía son todas menos tres y media: Corrientes, Misiones, Tierra del Fuego y el centro-sur de Santa Cruz. En esos lugares, si bien se observa una tendencia de temperaturas superiores a lo habitual, la categoría para esos casos está entre el 40 y el 45 por ciento. En todo el resto de las provincias, en cambio, la probabilidad de exceso de calor se ubica en el rango del 45 al 50 por ciento.
Cambio de tendencia con las lluvias
Por último, el dato revelador respecto de las lluvias también marca un quiebre con respecto a las últimas noticias conocidas. Por entonces se pronosticaba para la provincia de Buenos Aires, La Pampa, Córdoba y sur de Santa Fe entre un 40 y un 50 por ciento de chances de precipitaciones inferiores a lo normal. El nuevo informe, en cambio, marca que en la zona el nivel de lluvia entre diciembre y febrero será el normal para la época.
Las zonas de mayor sequía están previstas, a partir del flamante trabajo del SMN, desde Río Negro y Neuquén hacia el sur, mientras que en la zona de Cuyo y el Norte argentino surge el pronóstico opuesto, con hasta un 45 por ciento de probabilidades de que las lluvias en esa zona del país sean superiores a lo habitual, característica que surge por primera vez en los últimos meses.
Este cambio se condice con una retracción del fenómeno de La Niña, señalada como la responsable de que el país ingresara en un periodo de mayor sequía. El último informe del SMN al respecto, aún no actualizado a diciembre, ya decía que «de acuerdo a los modelos dinámicos y estadísticos, en promedio, en el trimestre noviembre, diciembre y enero 2024/25, hay 53 por ciento de probabilidad de desarrollo de La Niña y 46% de chances de neutralidad».
Precisamente, el debilitamiento de La Niña con la habilitación de una mayor proporción de humedad ambiente cierra el círculo para explicar la nueva previsión más moderada de marcas de temperatura por encima de lo normal, al existir la posibilidad de una mayor cantidad de días nublados que atemperen un poco el horno reiteradamente anunciado.
PS