viernes, 15 noviembre, 2024

Veinte años de Pignoise, «una forma de echar el rato» que terminó por llenar estadios

Guillermo Vázquez

Madrid, 1 nov (EFE).- Se cumplen dos décadas de vida de Pignoise, la banda del exfutbolista y comentarista deportivo Álvaro Benito y sus compañeros de siempre, Pablo Alonso y Héctor Polo. Una andadura que «empezó como un hobby» y que terminó por llevarles a actuar ante cientos de miles de personas.

Benito (guitarra y voz), Polo (batería) y Alonso (bajo) llevan juntos desde sus inicios. El propio Benito recuerda en una entrevista con EFE cómo fueron esos comienzos, en los que compaginaba su prometedora carrera como futbolista con sus primeros escarceos con la música: «Empezó como un hobby, una forma de echar el rato. Siempre me había gustado mucho la música y con 17 años me compré mi primera guitarra. Pero yo jugaba al fútbol, era una forma de evadirme».

«Poco a poco iba aprendiendo, a mi ritmo, pero no tenía ambición de aprender a tocar de la mejor manera», explica el cantante, que comenta que tras su lesión que supuso su retirada del fútbol profesional, se hizo con una batería. Esa compra terminó de unir a Benito con Polo y Alonso: «nos juntamos los tres, empezamos a hacer versiones, maquetas y demás», hasta que llegó su álbum de debut, ‘Melodías desafinadas’ (2003).

Benito cuenta cómo fue el proceso de edición de ese álbum: «Vimos que nadie quería sacarnos un disco. Sacamos una maqueta con una compañía grande y coincidió con la primera edición de Operación Triunfo, así que nos dijeron que no iban a sacar ningún producto nacional que no fuera OT», ante lo que la banda madrileña decidió optar por la auto edición.

«Ahí nos dimos cuenta de que estábamos muy verdes y que el grupo no le llamaba la atención a nadie» explica el líder de la banda. «Fueron unos años en los que teníamos comportamiento de grupo profesional, por las horas que trabajábamos, pero no había ningún retorno», aunque, asegura, fue un periodo que les sirvió como aprendizaje. «En presente era muy frustrante, éramos jóvenes, y pasaron 5 años hasta que empezamos a tener reconocimiento».

Entonces llegó el éxito. Para Alonso, fue algo que simplemente sucedió, no un objetivo previamente marcado: «Nosotros trabajábamos para tener una carrera musical», comenta. «El hecho de grabar un disco ya era la hostia, queríamos desarrollar una carrera como los grupos que nos gustaban. Arrasar no era el fin del grupo».

«Si te metes en la música pensando en arrasar, lo vas a dejar. Te tienes que meter en la música porque te fascina encerrarte con otros tres como tú en un local de ensayo a hacer ruido», matiza el bajista.

La presión de la industria y la fama, sin embargo, nunca hicieron mella en la actitud del grupo, según explican sus tres componentes: «Afortunadamente siempre hemos hecho lo que nos ha gustado. Cuando intentábamos abrirnos camino, alguna multinacional nos hizo una oferta a condición de ponernos un arreglista para componer, y les mandamos por donde habían venido», rememora Benito.

«Vas a ser infeliz si haces algo que no te llena», aclara Benito, a lo que responde el bajista: «Queríamos equivocarnos nosotros, aciertas y te equivocas con lo que tú decides», añade Alonso.

Apariciones en el Estadio Azteca de Ciudad de México o en el festival de MTV en la Playa de la Malagueta (Málaga) ante 150.000 personas supusieron la consagración de Pignoise como banda, situaciones que «seguramente» ayudó a manejar la experiencia como futbolista del líder de la banda.

«Al principio estaba mucho más inseguro que ahora, antes tenía esa intranquilidad. Ahora subo a un concierto totalmente seguro de cómo voy a manejar la situación, pero nunca nos ha atemorizado el hecho de que hubiera mucha gente» en el público, explica Benito

Para este aniversario, los madrileños han preparado un disco de versiones de sus antiguas canciones con músicos destacados, entre los que el propio Benito resalta a Andrés Calamaro y Loquillo «por lo que significan como artistas en mi vida», matiza, pero también se encuentran bandas actuales como Marlena o Taburete, «un grupo bastante peculiar dentro del pop», según Alonso.

Tras la edición del álbum, continuará una gira que se inicia el 2 de noviembre en el Festival Hallowindie en León, que pasará por el Sant Jordi Club de Barcelona, el 30 de noviembre, y terminará en el WiZink Center el 7 de marzo de 2025, además de visitas a Sevilla, Granada, Palma de Mallorca o Valencia, entre otras ciudades.

Para las citas de Madrid y Barcelona, la banda promete un espectáculo especial, al ser recintos con escenarios de mayores dimensiones, con proyecciones y apoyo visual, aunque, matiza Benito «no queremos que interfiera con la energía del concierto. Nos gusta más la energía de las salas y vamos a intentar trasladar esa energía» a los pabellones. EFE

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