Llegar tarde o temprano dice más de tu personalidad de lo que quizás pensabas.
Trabajaba en una oficina de Miramar en Miami, vivía en ese momento en Sunny Isles, salía de mi apartamento con una hora de anticipación. Una mañana el tráfico estaba más pesado de lo normal, comencé a ponerme nerviosa porque llegaba tarde, entré a la oficina a las 8:05, teníamos una conferencia telefónica con el Director de Sistemas de la empresa para la cual trabajaba en ese momento, él estaba en Arizona, recuerdo que no dejó que yo participara por llegar tarde.
Yo soy muy, muy puntual, ese día aprendí que debía llegar antes, y esperar en todo caso, para esa persona era importante respetar el horario, y se sintió no respetado. Claro que esa no fue mi intención, pero me enseñó una gran lección.
Expertos en recursos humanos coinciden en que la puntualidad es un factor importante en el mundo laboral y cuesta dinero a las empresas aunque algunos estudios sobre productividad hablan de los beneficios de que las compañías sean más flexibles.
A nadie le gusta esperar, y suele ser bastante común que en un grupo haya dos tipos de personas: los que esperan y los que llegan tarde.
La impuntualidad no tiene buena prensa en la cultura occidental, especialmente en el ámbito laboral. Los científicos aseguran que quienes llegan tarde de forma crónica no lo hacen por molestar, creen que llegar tarde o temprano es más un comportamiento psicológico que tiene su origen en alguna parte del cerebro pero además denota algunos rasgos de tu personalidad.
Las personas que llegan tarde suelen ser optimistas y creativas, según algunos científicos.
El psicólogo social y autor británico Oliver Burkman aseguró en una entrevista para la BBC que quienes llegan tarde son personas controladoras.
«Quieren estar en control de la situación ser el centro de atención cuando llegan». Según él, «lejos de ser una señal de arrogancia y despotismo, pese a que haya personas acostumbradas desde pequeñas a que se haga su voluntad, debemos ser más empáticos. Hay algo de conmovedor en que tengan esa necesidad de acaparar la atención y no se sientan bien con ellos mismos si no la reciben», afirmó.
Otra investigación de la Universidad de San Diego, establece que las personas que siempre llegan tarde son demasiado optimistas con el tiempo del que disponen para realizar una tarea.
Las personas sistemáticamente puntuales son más cautas y tienen más autocontrol, según estudios. Aunque, “llegar muy temprano puede denotar una preocupación excesiva y una voluntad por querer agradar a los demás».
4 consejos para ser más puntual
-
Planifica trabajar en una tarea un poquito todos los días.
-
Calcula el tiempo que te llevan tus actividades.
-
Llega antes, no a tiempo: si planeas llegar a la hora justa probablemente llegues tarde, así que intenta llegar con antelación.
-
Disfruta esperando: aprovecha ese tiempo para leer o responder mensajes, o simplemente relájate.
por Paula Cabalén
Galería de imágenes