Momentos dramáticos se vivieron durante las últimas dos semanas en “Gran Hermano”. Es que su participante emblema, Juliana “Furia” Scaglione, tras algunas complicaciones de salud que la obligaron a salir de la casa por unas horas, fue diagnosticada con leucemia nivel uno.
Pese a ello, en Telefe ya se preparan para una gran panzada de puntos de rating con todos los programas especiales que harán en función a esta delicada situación. El objetivo de la productora sigue siendo el de no abandonar el lugar de programa más visto de la televisión argentina y por eso actúa en consecuencia.
El derrotero clínico de Furia comenzó hace unas semanas cuando confesó un leve malestar que se fue intensificando con el correr de los días, lo que derivó en una internación para hacerse unos chequeos que anunciaron una simple pero dolorosa infección urinaria. Más allá de la gravedad, esta secuencia se transmitió cual culebrón de la tarde, con anuncios donde adelantaban que la participante dejaría la casa según decisión médica.
Por cada anuncio, un programa distinto y una teleaudiencia que se multiplicaba de manera inédita. «Amigos, quiero comentarles algo importante. Juli próximamente va a salir de la casa de ‘Gran Hermano’, según decidieron los médicos”, anunciaba en vivo un Santiago Del Moro en éxtasis. Por fuera del show mediático, la realidad indicó que sus valores no le dieron bien en el primer estudio y necesitó de otro tipo de análisis para dilucidar los síntomas. «Ella es la única que va a decidir qué contar y, obviamente, cuando los profesionales así lo consideren, volverá a la casa», cerraba con misterio el conductor del programa.
Triste confesión
Desde hace unos meses, la edición semanal más importante es la del lunes y no la del domingo. Y justamente fue este último lunes que Furia anunció su diagnóstico: “Tengo leucemia, y como es nivel uno y no nivel cuatro, puedo seguir acá adentro”. Sus palabras resonaron fuerte en los presentes y en los millones de espectadores que al unísono comenzaron a darle muestras de cariño y apoyo en las redes sociales. Y agregó: “Todos los meses me tengo que sacar sangre para ver qué onda”.
Considerada de riesgo intermedio, el nivel uno corresponde a la leucemia linfocítica crónica, que generalmente no forma tumores, progresa más lentamente y está en la médula ósea y en sangre. Sus síntomas más comunes son cansancio, pérdida de peso, sudores nocturnos y sensación de estómago lleno aunque se haya ingerido poca comida. “Puede ser que a los cuarenta años me pegue el nivel tres y bueno, cagamos. Ahora tengo que hacer vida sana, no fumar tanto y no hacer entrenamiento de alto rendimiento”, explicaba mientras algunos de sus compañeros lloraban.
Con Furia nuevamente en juego, “Gran Hermano” descansa tranquilo. Su futura ganadora le asegura rating, miles de votos telefónicos y la cobertura mediática que todo gran éxito necesita para seguir liderando el aire. Cueste lo que cueste.
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