viernes, 8 noviembre, 2024

Este año fue el inicio de un problema que puede ser muy grave

Una de las personas que mejor conoce el comportamiento del mosquito Aedes aegyptis en el país es Adrián Díaz. Investigador y doctor en biología, trabaja como director del laboratorio de arbovirus en el Instituto de Virología Vanella, dependiente de la Facultad de Medicina de la UNC y se especializa en virus transmitidos por artrópodos, como por ejemplo el tan mencionado mosquito transmisor del dengue.

Desde hace varios años, Díaz estudia el comportamiento de este insecto y el impacto que factores como la urbanización, la agricultura o el clima tienen en el mosquito y también en sus larvas. Esta información es vital para diagramar acciones y así poder determinar si la epidemia de dengue histórica y récord que vive actualmente nuestra provincia y el país, puede comenzar su fase descendente. Además, permitirá enfocarse en qué medidas deberían tomarse teniendo el cuenta el gigantesco número de infectados que tuvo el actual brote.

“Desde hace años empezamos a estudiar estos virus transmitidos por estos artrópodos notando que una situación como la actual podía producirse. No son pocas las dificultades en un país de tanta extensión territorial como el nuestro. Argentina tiene un montón de climas y entonces el virus puede desarrollar y generar estrategias para establecerse en un lugar: no es lo mismo la disponibilidad de recursos que el virus tiene en el norte del país, con los que encuentra en el centro o en el sur”, contó. “Entonces, estudiamos cuáles son los mecanismos que establece el virus dengue para establecerse en un lugar, considerando la heterogeneidad ambiental con que se encuentra. Así, nos planteamos distintas hipótesis y buscamos entender qué pasa en las distintas regiones con el período de actividad del mosquito en invierno”, añadió.

–¿Estos días de frío comienzan a ponerle fin a la actual epidemia de dengue?

Adrián Díaz Dengue–No. Este frío aletarga el comportamiento del mosquito. En estos días el mosquito no va a picar, pero está, no se murió y los próximos calores que vuelven a partir de este lunes lo reactivarán. Tiene que haber un frío sostenido de cinco días y con una temperatura mínima menor a 15 grados para que el mosquito, en estado adulto, vaya muriendo. El problema es que los huevos siguen y resisten el frío.

–¿Pueden llegar a la próxima temporada estos huevos infectados?

–Hicimos un estudio en La Pampa, con huevos de Aedes aegyptis, los llevamos a la localidad de General Acha donde hay temperaturas muy bajas y seleccionamos varios sitios, pusimos huevos en unos recipientes y los dejamos a la intemperie para que estuvieran expuestos. Terminó el invierno, agarramos los huevos, los pusimos en agua y el 80 por ciento de los huevos todavía seguían siendo viables y dieron lugar a larvas y a adultos. Esto significa que huevos infectados puede durar hasta el año que viene.

–Teniendo en cuenta que mucha gente se infectó y que es una enfermedad que frente a la segunda infección puede generar un cuadro más grave, ¿qué medidas deberían tomarse?

–Muchos de esos huevos que van a generar hembras infectadas, si no los eliminamos van a quedar en el ambiente. Ojalá que esto genere conciencia entre los funcionarios para que dimensionen dónde estamos. Esto es el inicio de un problemón. Esto no es el sudeste asiático ni Brasil. Este año muchos pueblos que nunca tuvieron dengue presentaron casos. Hay médicos que en algunos lugares están aprendiendo a diagnosticar y tratar el dengue porque no estaban preparados, ya que no es una enfermedad propia de Argentina. Regiones como Santa Fe, Rosario o Córdoba, que son súper pobladas, veían al dengue como un problema lejano, del norte, y ahora están viendo cómo les explota el sistema público durante el verano y el otoño. Entonces, lo que tienen que hacer es disminuir la población de huevos que quedan disponibles.

–¿Y cómo se los encuentra?

–Se tiene que hacer un descacharrado, un trabajo que requiere una organización barrial muy importante, una campaña fuerte de difusión. –Parece una tarea compleja, principalmente de convencer a algunas personas que esto es un problema de todos. –Se debe generar un compromiso de la gente, e incluso si hace falta ingresar a supervisar en algunos domicilios.

–¿Esto se logró en algún otro país?

–Cuba fue uno de los países más comprometidos en materia de dengue y fueron puerta por puerta y el que no dejaba entrar era penado. Es un problema de seguridad nacional. No hay lugar para caprichos.

–¿Los pastos altos también son un problema?

–El baldío no es sitio de cría, sino que es un lugar de reposo; ahí se alimentan de los jugos de los yuyos pero para el aedes no es un sitio de cría, salvo que la gente tire basura.

–¿Cuál sería mejor la noticia en materia climática para acabar con el mosquito y sus crías?

–Tener los inviernos de antes, con temperaturas bajo cero durante varios días, algo que es difícil en el marco del cambio climático. Para matar un mosquito adulto son cinco días mínimo por debajo de los 15 grados, de manera prolongada.

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