martes, 12 agosto, 2025

Deuda. Caputo y un mega vencimiento de U$S17500 millones

El gobierno, que viene de sufrir 12 derrotas consecutivas durante una jornada parlamentaria, esta semana atenderá otro de sus frentes: el de la deuda y sus efectos en el dólar. Caputo buscará renovar compromisos en pesos de agosto, los cuales acumulan $23 billones, y casi la mitad vence este miércoles. Se pone en marcha la ingeniería libertaria para renovar deuda a como dé lugar.

El ministro de Economía, Luis Caputo, se prepara para uno de los meses más complejos en materia de refinanciación de deuda en pesos: $23,01 billones (U$S 17.500 millones) vencen en agosto, con un pico de $14,98 billones en Lecaps el próximo miércoles.

Con la reciente suba del dólar, el incremento de las tasas y de los encajes, el Tesoro busca definir su estrategia de cara a los próximos vencimientos, donde el discurso superavitario podría ponerse en evidencia en los próximos meses.

El Tesoro tiene en claro que debe garantizar un roll over (renovación) exitoso para poder seguir conteniendo el precio de la divisa norteamericana. Para esto, el gobierno, con tal de renovar las letras cercanas al vencimiento, estará abierto a seguir negociando el nivel de las tasas. Un movimiento que profundizaría el camino recesivo por el que viene apostando el gobierno de Milei y Caputo.

Como se mencionó anteriormente, agosto, en materia de vencimientos, se muestra como un mes crítico, el cual pondrá a prueba el plan del gobierno y la confianza de los mercados. El miércoles 15, vencen $14,98 billones, y el 29 de agosto, otros $8,08 billones, también en Lecap. Esa suma de vencimientos, que llega a los $23,01 billones (U$S 17.500 millones), equivale al 8,7% del PBI. Ese volumen de letras a renovar, de acuerdo con trabajos de consultoras privadas, indica que las entidades financieras en este tiempo “buscarán hacerse de caja“, por lo que la renovación no llegaría al 100%. El escenario de volatilidad al alza de las tasas, inaugurado por Caputo, haría que la demanda se centre en títulos de plazos más cortos.

En definitiva, todos los escenarios posibles se basan en los intereses del capital y en detrimento de las condiciones de vida de la clase trabajadora. La cartera de Economía se juega a fondo a mantener la pax cambiaria, de cara a las elecciones, con cualquier herramienta que tenga a su alcance. Los efectos, cualquiera sea el resultado, continuarán afectando directamente la situación económica de los trabajadores.

La apuesta a estas políticas contractivas solo profundizaría la crisis recesiva por la que se viene transitando y que, mes a mes, arroja números cada vez más críticos, como sucede con la continua caída en el consumo, en la producción y en el desempleo. Por ejemplo, si se mantiene el esquema de tasas insostenibles para colocar deuda, el costo del crédito se traslada a empresas y consumidores, encareciendo el consumo y la producción.

En el caso contrario, aunque por ahora el que cuenta con menos chances de suceder, si las altas tasas no son atractivas para los tenedores de deuda, el gobierno se vería forzado a inyectar liquidez; es decir, ir en contra de una de sus máximas en su lucha inflacionaria.

Mientras suceden estas negociaciones, de las que nadie se entera, el pueblo trabajador seguirá siendo el que pague por sus resultados. La refinanciación de la deuda, que solo garantiza el incremento de las ganancias privadas, empeora las condiciones de vida de millones.

Sin un programa económico que responda a las necesidades de las mayorías, los resultados siempre terminan siendo los mismos. Para generar un cambio radical, hay que romper con el FMI, dejar de pagar la deuda y nacionalizar la banca y el comercio exterior bajo control obrero. Sin medidas de este tipo, que afectan los resortes de la economía, los negocios de Milei y Caputo seguirán beneficiando al capital financiero.

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