En diálogo con Canal E, el economista Iván Cachanovsky aseguró que el Gobierno decidió «priorizar la desinflación, incluso a costa de frenar la actividad económica«.
El dólar, la calma aparente y el control oficial
En un contexto de tensiones económicas, Cachanovsky advirtió que el dólar podría estabilizarse tras los sobresaltos de julio: “Ya no está tan lejos del techo de la banda, y si lo toca, el Gobierno va a intervenir”, sostuvo. Según el economista, la cercanía con los límites establecidos por la política monetaria y la fuerte demanda de dólares por parte del público condicionan la volatilidad del tipo de cambio.
También destacó el comportamiento del pequeño ahorrista: “Los argentinos prefieren todavía tener los dólares en el colchón antes que sacarlos”, afirmó. Esta demanda sostenida de divisas, sumada a la proximidad electoral, explicaría la calma relativa en el mercado cambiario.
La política del Banco Central también fue blanco de su análisis: “Si hay un vencimiento de pesos y no se logra el rollover, eso obliga a emitir”, advirtió, agregando que las recientes subas de encajes y tasas son mecanismos para absorber ese exceso de pesos. Sin embargo, reconoció sus efectos colaterales: “Todo eso termina afectando el nivel de actividad claramente”.
Inversores expectantes y riesgo político
Al ser consultado sobre las perspectivas del inversor frente al escenario electoral, Cachanovsky fue categórico: “Todavía no están preparados para hacer inversiones pesadas en Argentina”, dijo, explicando que los recuerdos de la gestión Macri aún pesan y generan desconfianza.
Sobre la figura presidencial, opinó: “No sé si todo el mundo está convencido de esta personalidad del presidente”, y agregó que el estilo confrontativo puede tener impacto en la dinámica legislativa: “Te puede hacer avanzar más lento en el Congreso”.
A pesar de prever un buen desempeño oficial en las elecciones, advirtió que el Gobierno no podrá imponer su agenda con facilidad: “Dadas las características iniciales del partido, no va a poder imponer agenda hasta al menos 2027”.
Al analizar la política monetaria actual, Cachanovsky fue crítico del manejo del desarme de las LEFI: “No fue prolijo, se le armó un lío monetario”, dijo, subrayando que eso obligó al Gobierno a utilizar herramientas que frenan la actividad económica. Y remató con una frase contundente: “Menos mal que no cerramos el Banco Central, porque si no ya estaríamos en default”.