miércoles, 23 julio, 2025

Maradona, Barcelona y una camiseta histórica: llega a la Argentina el símbolo de su despedida más violenta

La imagen está grabada en la memoria colectiva y no es de las más agradables, pero forma parte del personaje mitológico que fue Diego Armando Maradona. Al crack del fútbol mundial se lo ve furioso, desafiante, despeinando la gloria y la rabia en una batalla campal ante jugadores del Athletic de Bilbao.

Una camiseta azulgrana, empapada en sudor, furia y leyenda aparece como vestimenta en el cuerpo del joven Maradona. Una imagen recordada e inolvidable, porque, además, fue el último día de Diego en Barcelona, y la pieza de tela que lo vistió en ese momento, como una segunda piel herida, estuvo desaparecida durante cuatro décadas. Hoy, gracias a un viaje tan íntimo como histórico, esa prenda vuelve a la Argentina.

Y no es sólo una camiseta: es un testimonio.

Hay días que se quedan a vivir en la memoria del fútbol como una astilla en la carne: incómoda, punzante, imposible de ignorar. El 5 de mayo de 1984 fue uno de ellos. En el estadio Santiago Bernabéu, de Madrid, España, se libró lo que muchos recuerdan con una mezcla de estupor y nostalgia como “la guerra del Bernabéu”. Aquella final de la Copa del Rey entre el Barcelona y el Athletic Bilbao no fue un partido: fue una vendetta. Y en el centro del huracán estaba el Diego.

Pero nada nace de la casualidad

Se había gestado mucho antes. Tal vez desde el preciso instante en que el tobillo de Maradona se partió como una rama verde bajo la violencia injustificable de Andoni Goikoetxea, un año antes, en septiembre del ‘83. O quizás desde diciembre del ‘81, cuando ese mismo vasco -más conocido por sus patadas que por sus dotes de futbolista- quebró los ligamentos de Bernd Schuster, aquel alemán que entendía a Diego como pocos. Nada nace de la casualidad.

Por eso, aquel día de mayo, Madrid hervía de fútbol y de revancha. Cien mil almas colmaron el Bernabéu y, entre ellas, la tensión se podía cortar con un suspiro. El Athletic de Bilbao, con su entrenador Javier Clemente (enemigo de los argentinos y de cualquier sutileza), llegó con los dientes apretados. Maradona, que ya hablaba como quien sabe que el mundo lo mira, lo había desafiado como si estuviera en Villa Fiorito: “No tiene los huevos para decírmelo en la cara”.

El partido fue una hoguera. Un 1-0 para los vascos que se celebró con más patadas que pases. El árbitro pitó el final como quien dispara un arma, y lo que siguió fue una coreografía salvaje. Maradona, vencido pero jamás dócil, se cruzó en su camino con dos rivales que lo provocaron, y el ‘Diez’ respondió con un cabezazo a Núñez y un puñetazo a Miguel Sola. La guerra estalló. Hubo gritos, empujones, piñas al aire y otras que encontraron destino. El césped se convirtió en campo de batalla y el Bernabéu, en coliseo.

Una camiseta de River, codiciada en el mundo del coleccionismo, está en Córdoba

Fue el último acto de Maradona en Barcelona. De ahí, con las heridas aún frescas —las visibles y las otras—, partió hacia Nápoles, donde fue a escribir una de las historias más grandes del fútbol de todos los tiempos.

Sin embargo, hay objetos que no se rinden al olvido. Telas que, pese a estar rotas, cosen la historia. La camiseta que Diego usó ese día —azulgrana, gastada, rajada bajo el cuello como el orgullo de un derrotado— fue retirada de la cancha por una mujer que, en épocas donde no había utileros sino devoción, fue bandera silenciosa del vestuario catalán. No la remendó: esa tela no merecía ser zurcida con apuro, no podía volver al campo manchada de guerra. Se la dio a su hijo. Y ese hijo, muchos años después, la entregó a unos fanáticos por el fútbol.

Yael Rodríguez, cordobés, coleccionista e integrante de Matchday Auctions, entendió el peso invisible de esa prenda, y le contó a PERFIL CÓRDOBA el hecho que sorprende en el mundo de los coleccionistas y amantes de Maradona: aquella camiseta viaja a la Argentina.

El «Santo Grial» cordobés

No es una camiseta más. Es la casaca vio caer a Diego, la que sintió su furia, la que lo acompañó en su último instante como blaugrana antes de convertirse en prócer del sur italiano.

¿Cómo llega al país esta camiseta de Maradona?

La empresa Matchday Auctions viajó por estas horas a Barcelona para traer esta camiseta a la Argentina no solo como pieza de colección, sino como un pedazo de historia. Y será subastada en breve en un hecho que provoca emoción para los ‘maradoneanos’ y para los coleccionistas de piezas únicas.

La subasta —que se hará desde Buenos Aires en una plataforma online única en su tipo— no es solo un acto de comercio: es un ritual. La tela, vieja y rota, sigue ardiendo.

“Esta gente nos contactó, que la tenía para vender, pudimos corroborar que era la camiseta efectivamente y arreglamos ir a buscarla a Barcelona nosotros en persona para traer a la Argentina de nuevo y poder subastarla en nuestro sitio online”, explicó Yael.

Matchday, plataforma de subastas online, especializada en fútbol y única en su tipo. A través de su sitio web, pone a venta objetos únicos, piezas de colección del fútbol mundial y camisetas usadas en juego. Recientemente subastaron la legendaria camiseta que usó el alemán Andrea Brehme en la final del Mundial de Italia ’90 entre Alemania y Argentina; también han puesto en valor camisetas de Lionel Messi, Pelé, otras de Diego Maradona, Buffon, camisetas históricas de River, entre otras; además de trabajar con museos como el Museo de River o el Museo Legends de Madrid.

Hay camisetas que, aunque no se puedan volver a usar, jamás dejan de contar lo que pasó.

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