Perfil Redacción NEA
«La estamos pasando muy mal, no recibimos ayuda«. Con esa frase Margarita Barrientos describió la crítica situación que atraviesa su comedor Los Piletones.
“Cada vez tenemos más gente en el comedor. Todos los días vemos caritas nuevas: familias, jóvenes, abuelos”, agregó en declaraciones a Radio Del Plata.
Además precisó que en la actualidad se sirven unos 4.000 almuerzos y cenas por día, y alrededor de 3.600 desayunos y meriendas.
“Tuve que hacer una pieza grande para poner a los abuelitos que están en la calle con este frío. Tenemos un hogar para ellos, pero no alcanza”, advirtió sobre el aumento de personas en situación de calle.
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“Tuve que cerrar el comedor de Cañuelas”
“Estamos pasando un momento muy difícil. La gente dejó de ayudar. No tenemos las necesidades cubiertas, tenemos que pelear cada olla que se cocina por día. Este año tuve que cerrar el comedor de Cañuelas”, se lamentó.
“Nosotros no hacemos política con la gente. Cuando se vacían las ollas y quedan familias sin comer, damos la cara”, recalcó Barrientos.
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La dirigente social contó la angustia que sufren quienes van al comedor por primera vez: “Muchas veces se sienten humillados. Son personas que siempre trabajaron y nunca pensaron que iban a tener que venir a pedir un plato de comida”, enfatizó.
Barrientos afirmó que “la gente dejó de colaborar” y se refirió a la situación de los otros comedores: “La ayuda que reciben del Gobierno de la Ciudad es poca y no alcanza. Hay lugares que ya no pueden sostenerse y vienen a pedirnos ayuda a nosotros y a nosotros tampoco nos alcanza”.