China anunció este viernes que aumentará del 84% al 125% los aranceles sobre todos los productos importados desde Estados Unidos en respuesta a la misma decisión tomada por Donad Trump esta semana sobre el régimen.
El Comité de Aranceles Aduaneros del Consejo de Estado de Beijing confirmó que los nuevos valores entrarán en vigencia mañana 12 de abril.
Desde China consideraron que la política comercial de Estados Unidos “violar gravemente las normas del comercio internacional” y de aplicar “una política unilateral de acoso y coerción”, según expresaron en un comunicado oficial.
“Estados Unidos ha ignorado el orden económico global que ayudó a construir tras la Segunda Guerra Mundial”, indica el texto, que añade que China “condena enérgicamente” las últimas medidas anunciadas por el presidente estadounidense.
“Si Washington insiste en infligir daños sustanciales a los intereses de China, esta responderá con firmeza y lo acompañará hasta el final”, lanzó el régimen de Xi Jinping en el escrito, advirtiendo sobre las posibles consecuencias sin escalas de esta guerra comercial.
A su vez, en el comunicado sostuvieron que, debido a la suba constante de los aranceles impuestos a las importaciones, los productos de Estados Unidos ya no se venden en China como antes a causa del encarecimiento en los precios, por lo que advirtieron que los estadounidenses ya no tienen un mercado significativo en el gigante asiático.
China consideró además que cualquier aumento adicional carecerá de sentido económico, será “irrelevante” y “acabará convertido en una burla en la historia de la economía mundial”, según el comunicado.
Donald Trump frenó aranceles por 90 días, pero castigó a China con una suba al 125%
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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sorprendió el miércoles de esta semana al anunciar una tregua arancelaria de 90 días para más de 75 países, entre ellos Argentina, en medio de una creciente incertidumbre económica global.
Sin embargo, la medida vino acompañada de un aumento drástico de tarifas para China, a quien acusó de violar normas comerciales y provocar desequilibrios sistemáticos.
Trump dispuso que, con efecto inmediato, los aranceles a las importaciones chinas escalaran del 104% al 125%, una cifra sin precedentes que promete tensar aún más las relaciones bilaterales.
Desde su red Truth Social, justificó su decisión de alivio parcial explicando que “la mayoría de los países han preferido el diálogo en vez de tomar represalias”. Por eso, autorizó una “reducción sustancial” del arancel recíproco del 10% durante el período de gracia.
No obstante, mantuvo un arancel base de 10% para casi todas las importaciones y confirmó gravámenes adicionales para regiones como la Unión Europea, que ahora tributa un promedio del 20%.
El caso de China fue tratado de forma radicalmente distinta: “China ha demostrado una total falta de respeto a los mercados”, sostuvo Trump, endureciendo su retórica proteccionista en plena campaña electoral.
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