Este viernes, una protesta de repartidores de delivery en Moreno culminó con una ola de tensión y violencia frente a las inmediaciones de la municipalidad del partido del oeste del conurbano bonaerense. Ocurrió tras la muerte de Lucas Aguilar, un repartidor de 20 años que fue asesinado a puñaladas en un intento de defender a un comerciante de un robo.
Las protestas se desataron en el marco de una escalada de casos de inseguridad en el Gran Buenos Aires que acapararon la atención pública en los últimos días. En este caso, decenas de vecinos y trabajadores de aplicaciones salieron a las calles para exigir justicia por el joven pero también pedir por mayor seguridad.
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Sin embargo, entrada la tarde del viernes se desataron los enfrentamientos entre los manifestantes y la policía, que respondió con una brutal represión que incluyó golpes, gases lacrimógenos y la detención de al menos 10 personas.
El crimen de Lucas Aguilar
Lucas Aguilar, un repartidor de delivery que trabajaba en Moreno, al oeste del conurbano bonaerense, fue asesinado de siete puñaladas el pasado martes 28 de enero. Según las primeras investigaciones, Aguilar intentó evitar el robo a un comerciante en las inmediaciones de la calle Salta. El joven, que trabajaba en condiciones precarias y con la constante amenaza de la inseguridad, se acercó a defender al dueño del comercio, lo que derivó en una pelea fatal con los delincuentes.
El crimen conmocionó a los vecinos de Moreno y provocó una profunda indignación entre los repartidores de la zona, quienes alegan vivir diariamente bajo el riesgo de ser víctimas de robos y ataques mientras trabajan.
Protesta y represión frente a la Municipalidad de Moreno
A raíz de esto, cientos de trabajadores del servicio de delivery se concentraron frente a la Municipalidad de Moreno para exigir justicia por el asesinato de Aguilar y medidas urgentes de seguridad.
A medida que avanzaba la mañana, un grupo de trabajadores de delivery y vecinos de Moreno se congregaron frente al edificio municipal en la calle Eduardo Asconape 51, en el centro del partido conducido por la kirchnerista Mariel Fernández. El grupo, que pedía respuestas por la creciente inseguridad, comenzó a intensificar su protesta a medida que el clima se volvía más tenso.
Según testimonios de los manifestantes, la situación de inseguridad en Moreno es insostenible. Un repartidor expresó su temor por salir a trabajar. «Todos los días pasa lo mismo. Los delincuentes entran y salen por la misma puerta. No sabemos si vamos a volver a casa», señaló uno de los manifestantes según reportó NA, mientras algunos de sus compañeros compartían historias de robos y agresiones sufridas durante su jornada laboral.
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Otro de los testimonios conmovedores fue el de una repartidora que afirmó haber renunciado después de ser asaltada: «Me robaron todo, ya no puedo trabajar con este miedo constante», comentó, visiblemente conmocionada.
Detuvieron a la novia de Lucas Aguilar
A medida que la protesta crecía, también lo hacía la tensión en el lugar. Los manifestantes comenzaron a prender fuego gomas y conos de seguridad, bloqueando el acceso a la municipalidad y enfrentándose con los agentes de policía que intentaban controlar la situación. En medio del caos, los efectivos policiales usaron gas pimienta para dispersar a los protestantes, lo que provocó más disturbios que incluyeron el intento de algunas personas de incendiar un auto.
Al mediodía, la situación se desbordó rápidamente, y en cuestión de minutos, comenzaron los primeros arrestos de repartidores de delivery que pedían justicia por Aguilar. Más de diez personas fueron detenidas por su participación en los incidentes, y algunas de ellas fueron trasladadas a las comisarías cercanas. Entre los detenidos se encontraba la novia de Lucas Aguilar, quien también fue agredida por el gas pimienta mientras se encontraba en el lugar.
La respuesta de la Municipalidad de Moreno
El secretario de Seguridad de Moreno, Ismael Castro, brindó una entrevista a La Nación en la que detalló la situación vivida durante los disturbios. Según su relato, la policía intervino rápidamente para desactivar la violencia que se estaba desbordando. «Empezaron a destruir móviles, incendiaron cubiertas, se desmadró la situación y la policía quiso frenar la violencia», explicó Castro, quien agregó que los manifestantes comenzaron a atacar los vehículos policiales con piedras.
Castro también confirmó que la intendenta de Moreno estaba dentro del edificio municipal durante los incidentes, y que se mantiene en contacto con la familia de Lucas Aguilar. «Estamos en contacto con la familia. El crimen de Lucas no fue en ocasión de robo, pero es claro que la inseguridad nos afecta a todos», afirmó el funcionario municipal.
A pesar de los llamados realizados por los medios, la Municipalidad de Moreno se mantuvo en silencio durante las primeras horas de los disturbios. La agencia NA intentó comunicarse con el centro de atención, pero tras una breve respuesta, la línea fue cortada. Una operadora, que se encontraba en el edificio, informó: «Estamos encerrados, pero no puedo dar más información». Luego de varios intentos de establecer comunicación, la llamada fue desconectada.
CD CP