jueves, 9 enero, 2025

El barrio de calles arboladas y perfil bajo que sorprende con su polo gourmet

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La zona de estancias y tambos que impulsó Pedro Luro, hijo de uno de los fundadores de Mar del Plata, se conocía como “las tres vías” por el triángulo que formaba la traza de los ramales del ex Ferrocarril del Oeste, hoy Sarmiento. La parada del tren inaugurada en 1911 dio origen al núcleo urbano que limita con los barrios de Monte Castro al norte, Vélez Sarsfield al este, Parque Avellaneda al sur, Mataderos al sudoeste, y Liniers y Versalles al oeste.

Sede de propuestas gastronómicas, a Villa Luro también se lo conoce como el barrio de las calles románticas porque agrupa las arterias Byron, Lope de Vega, Homero, Molière, Milton, Virgilio y Víctor Hugo, entre otros. Al ritmo del tren, con casonas patrimoniales y espacios verdes, se consolida como alternativa para degustar nuevos sabores. Y hasta jugar a la “ruleta del vino” en una de sus cantinas.

Puchero, una cantina que incluye juegos y sorpresas

El puchero en invierno y la paella de los fines de semana son los hitos de la cantina en cuya cava se realiza La Ruleta del Vino: una degustación a ciegas a cargo del sommelier Martín Narvaja, con premios y descuentos. En el primer piso, un bar speakeasy.

Siete Vidas es parte de la «nueva generación de cervecerías»

Carlos Apollonio, uno de los impulsores del polo gastronómico define el lugar como “la nueva generación de cervecerías”. Allí, cuenta con doce canillas de primeras marcas, una barra y un menú a base de tapas, pinchos y hamburguesas.

La gintonería que marca tendencia en la zona

La gintonería que funciona en una exaseguradora ofrece 15 etiquetas de gin nacional e importado. Los tragos de autor maridan con la propuesta gastronómica donde se impone el lomo con mil hojas de papas, la bondiola braseada, malfatis de espinaca y empanadas de matambre y camarones.

Un bar de vinos que ya es un clásico

La vinoteca y bar de vinos es un clásico de la zona. Hace 14 años que esta boutique de vinos dice presente con más de 200 etiquetas, para compra y consumición en el local o la vereda. Hay empanadas, picadas y tapeos para acompañar las propuestas de productores pequeños y medianos.

Don Blanco: para fanáticos de la pastelería y las cosas dulces

Un clásico que ya va por la cuarta generación, en honor a los pasteleros Don Fermín Blanco y su esposa Balbina. Con siete sucursales, la de Villa Luro se ubica frente a la plaza Larrázabal. Hay macarones de distintas variedades, Spicy mango, tartas de frutos secos, ensaladas veggie, sándwiches y pastelería helada.

El lugar cuenta con una terraza ideal para las noches de verano

La vinoteca, frente a la plaza Larrazábal, abre de miércoles a sábados. En la terraza, bajo una gran palmera, se organizan eventos donde participan bodegas de todo el país. Se destacan los langostinos con coco, las ribs BBQ y el helado de pistacho con oliva y galletas de jengibre.

Cocina de autor, con la parrilla como protagonista

Cocina a las brasas y parrilla de especialidad. Se destacan los platos de autor que salen del horno Josper, que combina lo mejor de los dos mundos: truchón patagónico, pastrón con hueso y moussaka de cordero. Además, asado emperador, picaña y flank steak están entre los cortes especiales.

Temple, un punto de encuentro para los jóvenes

Justo en la esquina con la calle Patrón, la cervecería es uno de los puntos de encuentro del público joven de Villa Luro. Entre las variedades se destacan la Ipa, Kung Fu Sour, Demon Honey, Alpha Barrica I y ediciones limitadas. Papas fritas, hamburguesas y tapeos amenizan las noches musicales.

En esta cervecería artesanal hay también buenas opciones gastronómicas

A metros de la plaza Ejército de los Andes, corazón del polo gastronómico, esta cervecería artesanal se destaca por las porciones abundantes de pizzas, rabas, papas y postres. Entre las novedades está la Mojo, cerveza estilo mojito lima ale, hecha en Mar del Plata, con menta, lima y trigo.

Aída, cocina con «sello de abuela»

En “la cocina de la abuela” se prepara “la mejor carne al horno, la mejor lasagna gratinada y las mejores milanesas”, según anuncian desde el menú que incluye osobuco, pastel de papas, canelones y pastas caseras. De postre, imperdibles la chocotorta y el flan. Hay opciones para chicos y una plaza blanda especial para ellos.

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