lunes, 6 enero, 2025

Volvió al juego que más le gusta

El Banco Central tomó un préstamo de 1.000 millones de dólares con bancos extranjeros. Las interpretaciones de analistas consultados por PáginaI12 van desde que “endeudarse es fracasar” hasta ver con buenos ojos la reapertura de los mercados. A su vez, coinciden en que la tasa de interés que se pagará es alta para este tipo de préstamos y que el monto al que accedió el Gobierno es poco significativo en términos de las incertidumbres del mercado interno: “Apenas cinco ruedas de intervención en el dólar MEP”, graficaron. El crecimiento de las exportaciones y el efecto del blanqueo tapan la actual coyuntura de creciente demanda de dólares, la cual urgió al Central a solicitar el préstamo.

Las autoridades monetarias anunciaron el viernes la firma de un préstamo REPO (Repurchase Agreement) por 1.000 millones de dólares con cinco bancos extranjeros: Santander, BBVA, Citi, ICBC y JPMorgan. Es una operación que involucrará dos años y cuatro meses, según el comunicado oficial, y una tasa de interés anual de 8,8 por ciento en dólares. Se trata de un número altísimo para el mercado internacional pero atendible para una economía como la argentina, señalaron los especialistas.

El objetivo es fortalecer las reservas netas, ya que el préstamo se contabilizará como parte de las mismas, que actualmente se encuentran en signo negativo en torno a los 6.000 millones de dólares. El monto es apenas suficiente para engrosar el poder de fuego del Central a la hora de domar la cotización de los dólares financieros, “apenas cinco ruedas de intervención en el dólar MEP en jornadas calientes”, sostuvieron.

“Del 26 al 30 de diciembre, el BCRA tuvo que vender unos 800 millones de dólares para contener los dólares financieros y la demanda de importaciones, pero eso se revirtió en las últimas dos jornadas, con compras netas por aproximadamente 200 millones de dólares. Como venimos sosteniendo, en los próximos 3 meses será clave la evolución de las compras netas de dólares”, afirmó la consultora LCG en su último informe.

Esto último dependerá de los egresos por turismo e importaciones en un marco de dólar atrasado y menores restricciones para ingresar productos del exterior, aclaró. LCG no descarta un escenario de aumento de la brecha cambiaria en el corto plazo si el Gobierno no revisa su estrategia cambiaria, pero descarta una flotación libre antes de las elecciones de medio término o sin mediar acuerdo por fondos frescos con el FMI.

“En la subasta inaugural realizada el 27 de diciembre pasado, el BCRA recibió ofertas por 2.850 millones de dólares, superando casi en tres veces el monto licitado. Frente al exceso de demanda y en vista de la evolución favorable de sus reservas internacionales, el BCRA optó por no tomar un monto mayor”, dijeron las autoridades del Banco Central en un comunicado. 

Para Alejandro Vanoli, ex titular del BCRA y director de la consultora Synthesis, “eso quiere decir que la oferta incremental hasta 2.500 millones era muy cara”, pero el comunicado del Central se esfuerza por presentar los hechos como un verdadero éxito para la gestión de gobierno.

“El fuerte interés demostrado por los principales bancos internacionales afianza el proceso de normalización en el acceso a los mercados internacionales de crédito, en sintonía con la caída del riesgo país que acompaña el ordenamiento macroeconómico consistente y sostenible”, señalaron desde la autoridad monetaria. Al respecto, Vanoli coincide con que “la parte positiva es que se reabre el mercado”.

“Esta operación de REPO con títulos Bopreal provee al BCRA una nueva herramienta para administrar su liquidez en moneda extranjera a un menor costo que el que ofrecían las opciones hasta ahora disponibles”, continúan desde el Central. Pero en este sentido Vanoli disiente porque considera que se está pagando una tasa de interés muy alta. “Para un préstamo garantizado el costo tenía que ser menos que el riesgo país, y básicamente se está pagando el riesgo país”, sostiene. Por otro lado, el Central se sinceró sobre el destino que dará a esos fondos “para mitigar desbalances que pueda haber entre la oferta y la demanda de divisas en el mercado de cambios local”, dice en el comunicado.

Todo préstamo fresco que busque el Gobierno es señal de su fracaso”, afirmó el economista ex libertario Carlos Maslatón en su cuenta en X, y explicó que el Central no necesita acumular reservas si libera el mercado de cambios. Esa situación da lugar a controversias, dado que en Argentina, donde la flotación libre generalmente terminó con crisis cambiarias toda vez que el Central perdió poder de fuego. El especialista también criticó a La Derecha Diario, que fue más optimista que el propio Banco Central y sostuvo que el REPO no es endeudamiento: “Soy tomador y entonces le vendo a mi dador un bien en contado inmediato y en el mismo acto se lo recompro con fecha cierta y a precio cierto más alto”, dijo Maslatón para explicar el mecanismo.

A la hora de analizar este préstamo, el economista Martín Burgos, director del Departamento de Economía Política del Centro Cultural de la Cooperación, también sostiene que 1.000 millones es un monto bajo y 8,8 por ciento es una tasa alta. Para comparar, “Prat Gay había hecho un REPO a poco tiempo de asumir el gobierno de Macri en 2016 por 5.000 millones de dólares y una tasa del 7 por ciento”. Burgos, además, cuestionó las dificultades que tuvo el Gobierno para acumular reservas en 2024, “un año recesivo, con buenas exportaciones y blanqueo” que generaron buenas condiciones para el atesoramiento. “De cara al 2025, que se presenta como un año de crecimiento económico, aparece el problema de la disponibilidad de divisas”, que este préstamo está lejos de subsanar, sostiene el especialista.

“Es un monto bajo si se tiene en cuenta los vencimientos con acreedores privados, tampoco es relevante en relación a la deuda con acreedores institucionales como el FMI o si se consolida la intención del Gobierno de levantar el cepo cambiario, con lo cual no termina de ser una señal positiva”, agrega Noelia Abbate, magister en Economía Política de la UBA e integrante de Paridad en la Macro. “Al REPO lo veo como un alivio para pasar el verano, porque se espera una caída aún más significativa en las reservas en línea con las demandas para el turismo, pero no es un monto que represente un alivio para el programa macroeconómico”, concluye.

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