La Policía Nacional ha detenido en Melilla a un hombre que amenazaba «con matar a su padre» con un cuchillo en el cuello en una intervención en la que dos agentes de policía resultaron heridos por la resistencia del agresor.
La autoridad judicial ha decretado el ingreso del detenido en un centro psiquiátrico para su tratamiento después de que fuera puesto a disposición judicial por un delito de tentativa de homicidio.
Un portavoz de la Jefatura Superior de Policía en Melilla ha explicado que, tras recibir la llamada advirtiendo de suceso, sus agentes del Grupo de Atención al Ciudadano (GAC) llegaron rápidamente al lugar y se entrevistaron con uno de los moradores de la vivienda, quien les informó que su hermano estaba atrincherado en una habitación con su padre.
Al entrar en el inmueble, los policías encontraron «a un hombre de 79 años sentado en una silla, con su hijo de 36 años sosteniendo un cuchillo en su cuello».
La citada fuente ha explicado que el joven, en un estado de agresividad, había manifestado frases como: «Acabad con mi vida’ y «O me matáis o mato a mi padre’.
Ante esta situación, los agentes intentaron dialogar para calmarlo, mientras solicitaban apoyo adicional.
Sin embargo, el individuo no desistía de su actitud amenazante, según fuentes policiales.
La Policía Nacional comprobó que «el joven padecía una enfermedad mental, lo que complicó aún más la negociación».
A pesar de la presencia de un negociador policial, la situación se tornó crítica y requirió una intervención inmediata para proteger al padre. Un agente logró que el agresor se dirigiera hacia él permitiendo que el padre escapara.
En el momento de intentar desarmar al joven, los policías utilizaron un inmovilizador eléctrico Táser, «aunque no tuvo el efecto esperado», dado que el joven siguió resistiendo.
Los agentes acabaron forcejeando con él para arrebatarle el cuchillo tipo militar, de 15 centímetros de hoja.
Dos agentes resultaron heridos leves ante la resistencia del joven, uno de ellos sufriendo un corte en su guante anticorte.
Los servicios médicos atendieron tanto al padre como al agresor en el lugar de los hechos.