La Esquina del Antigourmet fue elegida por el público como el Mejor Bodegón 2024 en los Premios Cucinare. Fue una decisión tomada entre 15 nominados la que generó que este restaurante se llevara el reconocimiento en una categoría que celebra la tradición y la identidad de los bodegones, esos espacios donde la comida casera y de barrio se disfruta con amigos y familia.
El Antigourmet nació en 2014 como un blog que buscaba poner en el mapa esos lugares olvidados o con mala prensa. Con el tiempo, se transformó en un fenómeno: lanzaron un libro, un podcast, hicieron producciones audiovisuales y hasta una aplicación que funciona como guía bodegonera.
Pero fue en 2018, cuando dieron el salto al mundo gastronómico con La Esquina del Antigourmet, su primer bodegón propio en Palermo (Soler 5901).
Matías Pierrad, uno de los creadores de los Antigourmet, dice que este premio «es la frutilla del postre de un año realmente increíble». Sin embargo, reflexiona y cree que «El título tiene un error de puntuación. Para nosotros, suena mejor así: MEJOR, BODEGÓN. Claramente, es muchísimo más fiel a lo que pensamos. Para comer en familia… Mejor, bodegón. Para brindar con amigos… Mejor, bodegón. Para festejar un cumple… Mejor, bodegón. Para bancar al barrio… Mejor, bodegón. Al momento de elegir dónde comer algo rico, casero, de abuela, de olla. La conclusión siempre será que es mucho mejor… en un bodegón. Es una simple coma, pero que lo cambia todo».
Cuánto cuesta comer en La Esquina del Antigourmet
Con su enfoque en la cocina auténtica y la idea férrea de crear comunidad, La Esquina del Antigourmet es un lugar donde los vínculos se construyen alrededor de una mesa. Como ellos mismos dicen: «Todo el año, es mejor Bodegón«.
A continuación, te contamos con qué precios te podés encontrar en La Esquina del Antigourmet:
- Milanesa a caballo con fritas: $20.500
- Milanesa con fritas: $18.800
- Milanesa Fugazzeta pollo: $26.200
- Milanesa Fugazzeta carne: $26.200
- Milanesa Napolitana carne: $26.200
- Milanesa Napolitana pollo: $26.200
- La Fiat 600 a Caballo: una milanesa de 600 gr. con 2 huevos fritos y papas fritas para compartir por $40.800
- La Fiat 600 Fugazzeta: milanesa de 600 gg. con cebolla, queso y papas fritas para compartir por $46.000
- La Fiat 600 Napolitana: una milanesa de 600 gr. con salsa de tomate, queso y papas fritas por $46.000
- Empanadas Capresse, de cantimpalo, de carne, de carne picante, de cordero, de matambre, de osobuco, de queso y cebolla, de jamón y queso: $3.000 cada una
- Picadas: hay diversos tipos. Por ejemplo, la Universal, que incluye crudo, cocido, bondiola, salame, mortadela, lomo ahumado, spianatta, pepato, gouda, fontina, tybo y queso saborizado, por $22.000.
- Sánguche de Milanga: milanesa de carne, jamón, queso, lechuga picada, tomate, dos huevos fritos y provenzal por $24.000
- Sánguche de Milanga de pollo: milanesa de pollo, jamón, queso, lechuga picada, tomate, dos huevos fritos y provenzal por $24.000
- Sánguche de bondiola al horno: $22.000
- Sánguche de jamón crudo, lomito o pastron: $9.300 cada uno
- Tortilla con cebolla y queso: $17.300
- Tortilla de papa: $12.900
- Tortilla de papa y cebolla: $13.900
- Tortilla española: $15.000
Cuánto sale una franquicia del restaurante bodegón La Esquina del Antigourmet
La revolución bodegonera tiene un nuevo capítulo: El Antigourmet, el movimiento que revalorizó la gastronomía sencilla y popular, también apuesta a la federalización con el lanzamiento de su modelo de franquicias. A través de las «Embajadas del Anti», como las llaman sus fundadores, buscan replicar en cada provincia la esencia de un bodegón auténtico: comida abundante, honesta y sin pretensiones, servida en un ambiente donde «pasa la vida entre una entrada, un plato y un postre».
Actualmente, tienen dos locales en CABA y una primera franquicia en Quilmes (Provincia de Buenos Aires), y el éxito los impulsó a pensar en un plan nacional. «Logramos revalorizar el bodegón en Buenos Aires. Ahora queremos hacer lo mismo en el interior del país, difundiendo historias gastronómicas y construyendo una red federal de bodegones», explica Matías Pierrad.
Convertirse en franquiciado de El Antigourmet no es solo una oportunidad de negocio, sino también un compromiso con la comunidad y la cultura gastronómica argentina.
El modelo de franquicia, llamado Embajadas del Anti, requiere un perfil específico: preferentemente con experiencia en el rubro, pasión por la comida tradicional y un deseo genuinp de convertirse en referente bodegonero en su provincia. La inversión inicial varía según si se trata de un local existente o si es necesario construirlo desde cero. Sin embargo, la marca propone un esquema flexible, con locales ideales de alrededor de 100 cubiertos, como el de Palermo, pero adaptable a lo existente o a la idiosincrasia del lugar, como en Salta que funcionará como peña folclórica o el de Junín que será en un viejo almacén o el de Saladillo en una pulpería.
La inversión inicial para abrir una Embajada del Antigourmet, como la que tienen en Palermo, arranca de los u$s60.000, dependiendo del estado del local y su ubicación. Este monto incluye el canon de ingreso (u$s10.000), el diseño y montaje del bodegón y la capacitación inicial.
La inversión, según los socios, se recupera en un plazo aproximado de 18 meses. Además del respaldo de una marca, los franquiciados reciben un paquete integral que incluye diseño de la carta, producción de contenido audiovisual, campañas de marketing, manejo de redes y una guía de recomendaciones bodegoneras para atraer a comensales locales y turistas.
El fee mensual, que ronda el $1.000.000, garantiza el financiamiento de las acciones de comunicación, una de las claves del éxito. Además, para localidades más pequeñas, la marca creó un modelo alternativo: los Consulados del Anti, que es el permiso de uso del nombre. Por lo tanto, con una inversión de unos u$s15.000, esta propuesta permite sumarse al proyecto reconvirtiendo un negocio existente, como una pulpería, un buffet de club de barrio o una peña folklórica en El Antigourmet y ser parte la red bodegonera sin grandes barreras económicas.
Entre las ventajas de abrir una franquicia del Anti, Pierrad destaca la oportunidad de capitalizar el fenómeno del turismo gastronómico y la posibilidad de «convertirse en un punto de información turística bodegonera», donde los comensales no solo encuentran comida rica, sino también recomendaciones sobre otros lugares para visitar. Aunque variable de acuerdo a la zona, la facturación anual estimada por local ronda los 600.0000 dólares.