La Justicia comenzó este martes con las indagatorias a los imputados por la muerte del exmiembro de One Direction Liam Payne, pero dos de los acusados se negaron a declarar. Faltan otros dos involucrados, que están citados para este jueves.
Las indagatorias se realizaron vía Zoom, pero ni el empleado de CasaSur, Ezequiel Pereyra, ni el supuesto dealer, Brian Paiz, se prestaron a contestar las preguntas de la jueza Laura Bruniard. Ambos están señalados como responsables de haber suministrado drogas al cantante dentro de la habitación del hotel.
Se espera que el jueves de esta semana también comparezca ante la jueza el empresario Rogelio Nores, amigo personal de Liam Payne que está acusado de abandono de persona seguido de muerte dado que lo dejó solo en el hotel de Palermo aún tras comprobar el estado de agitación del ex One Direction.
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Además, en los últimos días se sumaron dos personas más a la lista de imputados: Esteban Reynaldo Grassi, jefe de seguridad de CasaSur, y Gilda Martín, gerenta del hotel de Palermo. Grassi estaría involucrado en el caso por la llamada al servicio de emergencias que se registró justo antes de que se desencadenara la secuencia que terminó con la caída del cantante por un balcón del tercer piso del hotel.
En el informe de la autopsia consta que el cantante de 31 años podría haber estado consumiendo alcohol, cocaína y antidepresivos durante al menos tres días antes de su muerte, ocurrida el 16 de octubre pasado. Los peritos forenses detectaron que en el cuerpo del artista había droga, la cual estaba en su orina, su sangre, en su contenido gástrico y en sus fosas nasales.
El análisis toxicológico también reveló otra sustancia: la sertralina, un potente antidepresivo, comercializado en Estados Unidos bajo la marca Zoloft. Tras una espera post autopsia, y una vez que el cuerpo fue cremado, los restos del exintegrante de One Direction fueron repatriados al Reino Unido para su funeral, al que asistieron su familia, amistades y excompañeros de banda.
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