domingo, 22 diciembre, 2024

Luis Caputo adelantó que está cada vez más cerca de bajar el ritmo de devaluación

El ministro de Economía Luis Caputo celebró el dato de inflación de noviembre y adelantó que, tal como lo viene anticipando, está «cada vez más cerca de bajar el crawling peg al 1%».

Es uno de los objetivos del Gobierno de Javier Milei, que permitirá a su vez ponerle un techo más bajo al costo de vida en 2025. De hecho, desde hace algunas semanas en el mercado circula la posibilidad de que el equipo de economía tome la decisión de reducir el ritmo de devaluación en enero.

Bajó la inflación y Luis Caputo aseguró que está más cerca de reducir el ritmo de devaluación

El tuit de Luis Caputo sobre el crawling peg

En la red social X, Caputo celebró el dato del IPC difundido por el INDEC este miércoles. «2,4% inflación minorista noviembre. La más baja desde julio 2020″, escribió. Y detalló:

  • Alimentos 0,9%
  • Bienes 1,6%
  • Canasta básica alimentaria 1,1%
  • Canasta básica total 1,5%
  • El proceso de desinflación continúa.
  • Cada vez más cerca de bajar el crawling peg al 1%

Lo cierto es que seguramente el Gobierno avanzará en este objetivo de reducir el ritmo de devaluación o crawling peg. Y en el mercado coinciden en que esa medida, sumado a la eliminación del riesgo país y la apertura de importación, le pondrá un techo muy bajo al costo de vida en el 2025, capaz de alcanzar el 18% anual previsto en el proyecto de Presupuesto.

Sería el nivel más bajo alcanzado en muchos años, y pondría a la Argentina de nuevo en radar de los países emergentes, con chances de dar un salto de calidad en menos de una década y llegar a grado de inversión, como hizo Paraguay.

La antesala que prepara Luis Caputo para la salida al cepo al dólar

El Gobierno ya definió que la variación del IPC de los próximos meses será una de las claves para determinar el fin de los controles cambiarios durante los primeros meses del 2025.

El primer objetivo será poder sostener un trimestre de inflación general en la zona del 2,5%. Si desde enero se logra reducir la suba de precios a niveles cercanos al 1%, y en ese marco se avanza en la negociación con el FMI, la apertura del cepo cambiario podría llegar en marzo o abril.

En el caso de que todas esas condiciones macroeconómicas fueran cumplidas, aun así la salida del cepo todavía tendría otro tipo de desafíos.

El principal es contar con una cantidad suficiente de reservas netas para poder afrontar cualquier demanda contenida por los controles cambiarios.

Para el exsecretario de Finanzas, Miguel Kiguel, para salir del cepo haría falta aún negociar con las empresas que quieren girar dólares a sus casas matrices, como se hizo con los importadores con los Bopreal.

«Así como a los importadores se les dio un bono, debería pensarse algo parecido con las compañías o que accedan a un cupo por mes. Cuando se unifique el dólar nadie sabe si el tipo de cambio quedará en el nivel donde están hoy los paralelos«, indicó.

El mercado cree que la apreciación del peso llegó para quedarse

Explicó que eso es así porque «se desconoce qué pasará con los dólares encepados como los de estas empresas que podrían girar al exterior. Esta es la gran duda del Gobierno y la razón por la que no desarma las restricciones. Por eso muchas veces se dice que a la hora de salir del cepo hay que separar el tratamiento que se le den a los flujos del de los stocks».

Para Kiguel, será necesario seguir saliendo de las restricciones cambiarias en cuotas. El economista destacó la necesidad de que la Argentina termine cuanto antes con el cepo, para mejorar su reputación en el mundo.

«Removerlo ayudaría además en lo comunicacional a un gobierno liberal que pone trabas al sistema cambiario. Y hacia futuro ayudaría porque no haría falta que alguien se adhiera al RIGI para disponer de su dinero», explicó.

En este escenario, en el mercado creen que la apreciación del peso llegó para quedarse, y no se prevé una nueva devaluación en carpeta.

El peso solamente estuvo tan apreciado en cuatro oportunidades en los últimos 30 años. En los últimos años de la Convertibilidad, al final del segundo mandato de Cristina Kirchner, con Mauricio Macri en 2017 y los últimos meses de Alberto Fernández. Cada uno de esos episodios vino seguido de grandes devaluaciones del tipo de cambio oficial.

Ante este escenario, un reporte de la consultora 1816 dejó algunas advertencias. Explicaron que si el contexto internacional se complica, la potencial de caída del peso podría ser grande y el BCRA no tiene reservas netas para hacerle frente.

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