La vicegobernadora de Neuquén, Gloria Ruiz, rompió el silencio este martes tras conocerse las acusaciones en su contra y la convocatoria a una sesión especial en la Legislatura provincial. En dicha sesión, se debatirá un proyecto para declararla «inhábil moralmente» para ejercer su cargo, en medio de un contexto cargado de tensiones políticas. «¿Moral, gente? ¿Moral? Obviamente que estaba en labor preguntándoles a los diputados, a todos los jefes de bloque, primero, de qué se discuta cuál es el cargo, o sea, ¿dónde está la justicia?», cuestionó Ruiz en declaraciones a la prensa.
La vicegobernadora calificó la situación como un atropello a las instituciones: «Estamos hablando de la Legislatura de la provincia de Neuquén, estamos hablando de democracia. Yo no puedo creer lo que está pasando. Esto es un golpe de Estado a la democracia, a la institución de la Legislatura». Ruiz no dudó en atribuir el conflicto a su postura crítica dentro del gobierno, al señalar que es víctima de un intento de desplazamiento: «Me quieren correr del lugar porque evidentemente soy un estorbo. Levanto la voz, cuestiono temas como el estado de las escuelas. Aquí hay un nivel de autoritarismo tremendo».
El trasfondo
El origen del conflicto radica en un presunto caso de corrupción que involucra a un hermano de Ruiz, acusado de desviar fondos desde la Legislatura hacia su cuenta personal. La vicegobernadora aseguró que su hermano no ha sido imputado formalmente y que renunció voluntariamente para limpiar su nombre: «Él quería renunciar. Si yo no lo echaba, lo iba a hacer igual porque quiere abocarse a defender su honor. Todavía ni siquiera le han formulado cargos».
Además, denunció que su familia ha sido víctima de procedimientos que considera intimidatorios, como un allanamiento en la casa de su madre: «Mi madre tiene 80 años. Fueron a las 7 de la mañana a allanarle la casa. Estaban solas, muertas de miedo».
Crisis interna
El conflicto pone de manifiesto una ruptura en la relación entre Ruiz y el gobernador Rolando Figueroa, con quien compartió fórmula electoral. Según la vicegobernadora, no ha recibido apoyo del mandatario: «Se supone que soy su compañera de fórmula, ¿no? Fui a buscarlo el viernes después del allanamiento, pero no me atendió».
El contexto también revela un trasfondo político más amplio. Ruiz ha insinuado que la sesión especial tiene un fuerte respaldo del Ejecutivo provincial: «Obviamente que los diputados van a hacer lo que les pide el gobernador, excepto algunos que por suerte tienen independencia».
Desviar el foco
El proyecto de «inhabilidad moral» aparece como un instrumento inusual en la política neuquina. Aunque no hay una acusación formal contra Ruiz ni pruebas concluyentes sobre su participación en actos de corrupción, el pedido busca erosionar su legitimidad. En este marco, surgen interrogantes sobre el uso de herramientas legislativas para resolver conflictos internos del oficialismo, lo que podría sentar un precedente peligroso en el equilibrio de poderes en la provincia.
Ruiz aseguró que no abandonará su cargo y que agotará todas las instancias legales: «Buscaré la manera. Sé que llegaré a la Corte, pero no me voy a callar. Esto es un atropello». La sesión especial de este miércoles no solo definirá el futuro político de Ruiz, sino que también será una prueba para medir el alcance del poder del gobernador sobre la Legislatura y la independencia de los bloques políticos. Por ahora, la vicegobernadora se mantiene en pie de lucha, denunciando lo que considera un intento de «silenciar» su voz.
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por R.N.