domingo, 22 diciembre, 2024

Las 3 exigencias del FMI para prestarle plata a la Argentina y el plan B que evalúa Luis Caputo

El paso de Luis Caputo y su equipo por Washington extendió la euforia en el mundo de las finanzas. No significa que los financistas no midan los riesgos de la dinámica actual, pero por ahora gana la sensación de que nadie se quiere quedar afuera del rally alcista de los activos financieros argentinos.

Por el momento no se escuchan voces de alarma, y entonces los grandes bancos y fondos de inversión internacionales recomiendan a sus clientes las compras de bonos y acciones locales.

Eso no significa que los inversores no midan los riesgos. El propio Fondo Monetario lo hace.

En distintos encuentros con inversores, Luis Cubeddu —responsable del programa argentino— expuso cuál sería el plan del FMI para Javier Milei.

No se corre demasiado de los programas clásicos del organismo. Cubeddu lo dijo en un breve punteo:

  • Flotación administrada del tipo de cambio. No dio ninguna precisión sobre el valor del dólar que el FMI preferiría para la Argentina en la actualidad.
  • Una suba sensible de la tasa de interés, y mantenerla positiva en relación con la inflación.
  • Un plan de desmantelamiento del cepo cambiario, con quita de regulaciones desde el primer día.

En todos los contactos que tuvo el ministro de Economía durante su estadía en Washington, la línea fue siempre la misma: dejó entrever que tendrá los dólares suficientes para pagar los compromisos de deuda del próximo año.

Funcionarios de su equipo dijeron que están muy avanzadas las negociaciones para conseguir un «repo» (préstamo de corto o mediano plazo, con garantía de activos) por u$s2.700 a u$s3.000 millones con bancos internacionales.

Y que Javier Milei seguramente acordará la refinanciación del swap con China.

La lectura lineal de los financistas fue que, en efecto, la Argentina tendrá los dólares para pagar los próximos vencimientos. En cambio, no hubo cuestionamientos a la dinámica cambiaria, por la cual el tipo de cambio luce más atrasado, sin grandes chances de sumar divisas para las reservas para los próximos años.

En este contexto, el Gobierno tiene todas las fichas jugadas para demorar un nuevo acuerdo con el FMI, que encima debería pasar por el Congreso para su aprobación.

El Gobierno busca que el optimismo del mercado se traslade al bolsillo

El Gobierno necesita que la bonanza en los mercados se traslade a la actividad económica, Los funcionarios admiten que el escenario no es nada fácil, y que los próximos meses serán difíciles.

Ya no con una economía que cae, como sucedió en los primeros meses del año, pero sí con un ciclo recesivo que se prolonga y que, aun cuando los datos muestren una incipiente salida, esa mejora no se notará en los bolsillos.

Los últimos datos dan un alivio. Con alguna excepción, la mayoría de las variables empezaron a ponerse en verde, en el cotejo mes a mes. Eso sí: algunos rubros más verdes que otros.

Lo demuestra un compilado realizado por el economista Juan Manuel Telechea.

Los préstamos bancarios, con un crecimiento superior al 7% en septiembre, versus agosto, marcaron el liderazgo. Esos créditos, tanto en empresas como a nivel de las familias, significan más pesos circulando por la economía, aun cuando el Banco Central mantiene un férreo control a la emisión primaria.

En un solo mes, el volumen de créditos bancarios creció en $4 billones, equivalente a unos u$s3.400 millones. En septiembre se cumplió el sexto mes consecutivo de expansión del financiamiento al sector privado. Empresas e individuos que toman préstamos, ya sea para financiar el corto plazo o bien para el consumo.

Según la estadística del Banco Central, los créditos destinados a compañías y familias crecieron nada menos que un 60% en lo que va del año.

La recaudación de la seguridad social (+3,1%) y del IVA (+1,9%) también mostraron cierto relax, también en septiembre versus agosto, aunque en el caso del IVA más concentrado en el resultado de la Aduana que en el consumo interno.

Por el lado productivo, tanto el índice de FIEL (+1,4%) como los despachos de cemento (+3,0%) —siempre comparando septiembre contra el mes anterior— también registraron alzas. La Unión Industrial no dio a conocer datos concretos, pero en su último reporte mensual ya adelantó que septiembre fue mejor que agosto en términos desestacionalizados.

Está claro que Milei necesita imperiosamente que esta foto se consolide en los próximos meses. La pregunta es si eso sucederá a sabiendas de que la economía funcionará muy justa de dólares.

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