Estudios revelan que un libro infantil tiene mayor riqueza lingüística que en un debate entre adultos.
Muchos sucumben a los nuevos soportes alegando que los jóvenes leen más que otras generaciones por las horas que navegan en al web, pero la única manera de desarrollar un lenguaje avanzado y edificar un pensamiento complejo es a través de la lectura.
El tiempo frente a una pantalla, no se correlaciona con la capacidad de lectura ni las competencias lingüísticas.
Las pantallas están erosionando los cerebros, mientras que la lectura favorece la expresión escrita y oral, desarrolla la creatividad, estimula la imaginación y favorece la concentración.
Escuchá la columna de Guillermina Rizzo en Radio Perfil AM 1190.
por Guillermina Rizzo
Galería de imágenes