La cúrcuma se convirtió en una especia muy utilizada tanto en la alimentación rutinaria como en casos medicinales. Esta raíz procedente de la planta cúrcuma longa, de la familia de las zingiberáceas y naciente en la India, en Asia, presenta un sinfín de beneficios para la salud, entre los que se encuentran el potenciamiento de ciertos tratamientos contra el cáncer. Acá te detallamos algunos trucos para incorporarla a tu dieta diaria.
La principal propiedad de la cúrcuma es la curcumina, que funciona como antioxidante y antiinflamatoria. Los estudios realizados por los expertos advirtieron de que esta planta presenta una serie de beneficios para la salud del cuerpo humano si se consume diariamente. Aunque también advirtieron de que no hay que hacerlo en exceso, ya que también puede producir irritación si se toma en grandes cantidades, al estimular al estómago a producir más ácido gástrico.
En tanto, destacaron que la cúrcuma actuaría con unos efectos similares a los que produce el omeprazol, en referencia a la facilitación de la digestión.
Además, se destacó que la cúrcuma inhibe el crecimiento de las células que se encuentran en los tumores cancerígenos. Por ello, ayuda al freno en la progresión de la metástasis, disminuye la inflamación y potencia la actividad del tratamiento, tanto en la radioterapia como en la quimioterapia. Por otro lado, actúa como protección del hígado y los riñones frente a los efectos secundarios de los fármacos
Cómo incorporar la cúrcuma a tu dieta diaria
Los expertos recomendaron consumir un promedio de 5 gramos al día de cúrcuma para percibir los beneficios en la salud que presenta esta planta. Así, es habitual incorporarlo como una especia o un ingrediente en las recetas de diversos platos, pero también se puede tomar como una infusión.
Algunas ideas para potenciar su consumo en tu dieta diaria pueden ser combinar la raíz de esta planta con los preparados de arroz, sopas, guisos como el de lentejas, con pollo o pescado. Además, también es una fiel acompañante de las ensaladas o de los jugos basados en vegetales.
Para preparar una infusión de cúrcuma, también es aconsejable mezclarlo con té verde, para beneficiarse además de sus propiedades, pimienta y unas gotas de jugo de limón. Además, es recomendable ingerir esta planta junto a la pimienta negra, ya que mejora su absorción a nivel intestinal, que es limitada en su esencia natural y, de esta manera, la multiplica por dos mil, según trascendió.
Otra opción es unirla a un poco de aceite de lino o de oliva virgen extra, o junto a la genisteína que se encuentra en la soja o en el jugo de frutas cítricas, con el té verde.
LA NACION