Más y más y más material para Luis Ventura, je: el recital que Luis Miguel dio en Córdoba Capital terminó en un tremendo escándalo y con la gente insultando a diestra y siniestra al ídolo mexicano. El público se sintió estafado de principio a fin -prematuro y anticipado- y se manifestó en consecuencia. Así que probablemente tengamos unos cuantos «Secretos verdaderos» sobre el tema.
La «gira internacional» que trajo una vez más a Luis Miguel tenía marcada unas cuantas presentaciones en Capital Federal (una de gala en La Rural y algunas más en el Campo de Polo) y una en la ciudad de Córdoba, donde el ídolo tiene miles y miles de seguidores. Además, se acercarían a verlo pobladores de otras ciudades «cercanas» y no tanto: del interior de Córdoba, De San Luis, de Mendoza, de San Juan, de La Rioja o de Catamarca. Gente que no tiene acceso fácil a los recitales de una estrella semejante y aprovechaba la oportunidad.
El escenario elegido ya fue curioso y poco frecuente para este tipo de espectáculos: como el estadio Kempes ya estaba designado para ser sede de la final de la Supercopa Argentina entre River y Estudiantes y no había tiempo de armar todo en su interior, se optó por llevarlo a la cancha de Instituto, un coliseo de menor capacidad y ubicado en el corazón de la barriada de Alta Córdoba. El Kempes queda en la periferia, por lo que es de acceso más directo y sencillo.
Pues bien, hacia el estadio de la Gloria, cuyas denominaciones son «Juan Domingo Perón» o «Monumental de Alta Córdoba», peregrinaron miles de personas deseosas de pasar un momento intenso y divertido y en esta época de vacas flacas y crisis gordas hacer valer cada uno de sus pesos, ya que las entradas y los traslados no son nada económicos. De hecho, estacionar en la vía pública no era gratuito: los trapitos cobraban entre 5.000 a 10.000 pesos para «cuidar» los vehículos. Pero eso no fue todo, ni mucho menos lo peor. Lo más desagradable sucedió adentro.
ESCANDALO EN EL RECITAL DE LUIS MIGUEL: LA GENTE LE GRITABA ESTAFADOR
Gran parte del país transitó una de las semanas más lluviosas de los últimos años. Entre la noche del miércoles y la tarde del jueves las precipitaciones se fueron de Buenos Aires y se trasladaron a las provincias del centro, siendo Santa Fe y Córdoba, precisamente, dos de las más afectadas. Al momento del show, la lluvia no era torrencial pero si permanente, y a «Luismi», cuentan, a esta edad (en un mes cumplirá 54 años) le incomoda cantar bajo las inclemencias climáticas.
El recital fue cortito y según los testigos Luis Miguel cantó «de mala gana». La gente pareció advertirlo de inmediato y el fastidio, los mangos gastados y la mojadura pudieron más que la idolatría por el mexicano y en un momento se lo hizo saber, primero con abucheos y luego al grito de «¡Estafa, estafa!» que se intensificó cuando la notificaron de que el Sol ya no volvería a salir a escena. Cuando a tono con la noche tormentosa ellos hacían «tronar» el escarmiento, Luismi ya estaba en el hotel saboreando una rica comida y su bebida preferida.