Por cuarta vez, la Justicia rechazó pedidos de nulidad de las escuchas telefónicas de ex funcionarios K presos en la cárcel de Ezeiza, como Roberto Baratta, en la que en enero de 2019 adelantaron con casi un mes de anticipación de la maniobra conocida como “Operativo Puf” contra la causa de los Cuadernos de las Coimas.
Esta vez, el juez federal Julián Ercolini -quien investiga la causa del Operativo Puf en la que se nombra a Cristina Kirchner validando una jugada para lograr la nulidad de la causa Cuadernos- rechazó la semana pasada planteos de nulidad de Baratta y el juez y militante K Juan María Ramos Padilla.
Antes lo habían hecho la Cámara Federal porteña y la Cámara Federal de Casación Penal, entre jueces de otras instancias.
El Operativo Puf fue maniobra para lograr la nulidad de la causa Cuadernos, en la cual está procesada la ex presidenta como supuesta jefa de una asociación ilícita que recaudó coimas por unos 100 millones de dólares entre contratistas de Estado- en base a una falsa denuncia contra el fallecido juez Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli creada en la causa del falso abogado Marcelo D’Alessio.
En un fallo, Ercolini dictaminó que las escuchas telefónicas tomadas por la oficina de la Corte llamada DAJUDECO de la cárcel de Ezeiza donde estaba detenido Baratta y el socio de Cristina Kirchner, Lázaro Báez, entre otros, “fueron aportadas con la autorización prestada por el juez a cargo del tribunal (Federico Villena de Lomas de Zamora”. Villena las había ordenado y dispuso «su transcripción por resultar de interés para la investigación” de Bonadio.
Villena investigaba cómo Roberto Segovia, llamado “El Rey de la Efedrina” estaban contrabandeando explosivos desde el Paraguay, tal como después se comprobó que era cierto.
El teléfono público de uno de los pabellones lo usaban Segovia, Baratta y Báez, entre otros. Allí quedó grabado cuando el diputado cristinista, Eduardo Valdés, le adelanta al ex secretario de Transporte K, Juan Pablo Schiavi, que se venía una maniobra ante el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, para que “Stornelli, Puf, Bonadio, Puf”.
En de abril de 2021, Baratta -mano derecha del ex ministro de Planificación Julio De Vido y procesado en Cuadernos como uno de los recaudadores- solicitó la nulidad de las transcripciones de las escuchas telefónicas incorporadas en la denuncia que hizo Stornelli, como víctima del Operativo Puf.
Las escuchas entre Roberto Baratta y Claudio Minnicelli.Por su parte, el juez Juan María Ramos Padilla, “letrado en causa propia, presentó una postura conteste con la del abogado defensor de Baratta argumentando que a partir de escuchas ilegales que habrían sido llevadas a cabo sobre opositores políticos detenidos en el penal de Ezeiza, que nada probarían, se abrió este expediente con maniobras de fórum shopping, utilizándose a los tribunales para avanzar en una investigación ilegal plagada de nulidades que van desde su inicio todo su trámite”.
Una primera parte de las escuchas fueron entregadas a la Justicia por las diputadas de Elisa Carrió, Mariana Zuvic y Paula Oliveto y luego se comprobó su autenticidad.
El fiscal del Operativo Puf y ex funcionario K Franco Piccardi había pedido la nulidad de la causa del Operativo Puf, pero este tema está pendiente de resolución.
Luis Delia y el juez Ramos Padilla, quien pide la renuncia de los miembros de la Corte.o Juano Tesone – FTP CLARIN IMG_20210824_163118.jpg Z JTesoneEn su fallo, Ercolini destacó que “no debe olvidarse que este sumario tiene un objeto procesal definido, validado por todos los integrantes del Ministerio Público que quedó circunscripto a verificar la existencia de una operación dirigida a entorpecer el correcto desarrollo del sumario 9608/18 (la causa de los Cuadernos de las Coimas) siendo que para ello se habría recurrido al armado de una causa en trámite ante el Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional de Dolores”.
En cuanto a la alegada falta de objeto procesal de la causa, Ercolini recordó que la Cámara Federal porteña le ordenó “determinar la existencia de una operación, en la que intervienen personas de los servicios de inteligencia, cuyo objeto es el de entorpecer la investigación de la causa” de los Cuadernos de las Coimas.