En las vísperas de Año Nuevo, el tránsito de vehículos desde la Ciudad de Buenos Aires en dirección a la Costa Atlántica bonaerense se incrementó notoriamente en comparación con los días previos.
De acuerdo a datos brindados por la empresa concesionaria Aubasa, el viernes, el puesto de peaje de Samborombón -en el kilómetro 90 de la ruta 2- contabilizó el paso de 1.950 vehículos entre las 14 y las 15. Esa cifra disminuyó a 910 en ese período en Maipú, pero fue superada en La Huella -la estación de cobro de peaje de la ruta 11, cercana a General Conesa-, donde trepó a 1.497.
Esos registros se mantuvieron casi sin alteraciones durante el sábado. Pero, además, los automovilistas y sus acompañantes sufrieron largas demoras, especialmente para llegar a Pinamar y Villa Gesell desde la rotonda donde se cruzan las rutas 11 y 56.
Más al sur de ese distribuidor, entre los kilómetros 20 y 25 de la ruta 56, la obra de construcción de un puente sobre el arroyo El Chancho provoca un corte en la doble vía que apunta hacia General Madariaga y obliga a los vehículos a circular en ese tramo de cinco kilómetros por un carril de la mano opuesta. Según pudo saber Clarín, esa obra se extenderá durante todo el verano.
El desvío generó largas caravanas de autos detenidos o avanzando a paso muy lento. La situación se complicó aún más por un choque registrado en la banquina de la ruta 56, por lo cual algunos turistas llegaron a completar su viaje, desde CABA hasta Pinamar o Villa Gesell, en unas diez horas.
Autos parados sobre la ruta 56 para ir hacia la Costa.“Un desastre. Salimos de Buenos Aires seis menos cuarto de la mañana y llegamos a Villa Gesell a las cuatro de la tarde. En un momento íbamos a 5 km/h. En la 56 fue la peor parte. Estuvimos como dos horas frenados. Es donde están arreglando y además había unos autos que chocaron en la banquina del lado de enfrente. La Policía hacía pasar por turnos a los que venían de la Costa y a los que íbamos”, contó a Clarín Marilú.
El infierno también lo vivieron quienes viajaban de la Costa a Buenos Aires. «Volvimos de pasar Navidad en Valeria del Mar, teníamos hecho todo el plan para parar a almorzar en Dolores y a esta altura vamos a parar pero a merendar porque son las 3 de la tarde y no llegamos ni a Conesa», contó a Clarín Laura de San Telmo.
«A la ida también nos tocó esto pero era más o menos lógico. Lo que es un fastidio es la poca información: no hay ningún cartel que alerte de nada en la rotonda de Conesa, aunque sea que te den la opción de buscar otra manera de llegar. Una vez que estás entrampado no tenés manera de salir», agregó.
El tránsito intenso del viernes y el sábado ya se observaba en el tramo de la Autopista a La Plata comprendido entre Dock Sud y Hudson y se replicaba en su continuidad en la ruta 2, especialmente desde Chascomús hasta Dolores, donde parte de los viajeros seguían su itinerario por la ruta 2 y el resto desviaba por la ruta 63, para seguir camino por la ruta 11 rumbo al Partido de la Costa, Pinamar y Villa Gesell desde el paraje Esquina de Crotto.
Demoras y descontrol en la ruta 56: autos por la banquina y contra mano.Ya iniciada la temporada de verano, la ruta 2 continúa planteando dificultades a los turistas, en virtud de que aún no se completaron las obras de bacheo, repavimentación, demarcación horizontal y mejora de banquinas iniciadas hace un año. También luce desmejorada y con sectores con “serrucho” la ruta 11, desde Esquina de Crotto hasta Conesa. Más adelante, en la zona costera, ya se iniciaron los estudios de terreno para transformar en doble vía el tramo de 72 kilómetros desde Villa Gesell hasta Mar Chiquita.
MG